En 1987, la crítica neoyorquina elogiaba la novela de una joven escritora de 29 años, Mona Simpson, Anywhere but here. Era un relato -autobiográfico- de la difícil relacion de una adolescente de 12 años con su madre. A bordo de un Lincoln Continental, ambas huyen de una existencia mediocre buscando su lugar en el mundo.
Mona había sido abandonada por su padre a los 5 años. Mientras escribía esa novela, decidió contratar a un detective para buscar a su padre. Al tiempo, el investigador privado la sorprendió al informarle que, en el transcurso de su pesquisa, dio con un colega que, desde California, buscaba a la misma persona, pero por cuenta de otro hijo.
Así descubrió Mona que tenía un hermano, nacido dos años y medio antes que ella y entregado en adopción a una pareja californiana. Los dos niños se criaron en ambientes socioeconómicos muy diferentes. El padre adoptivo de Steve, Paul Jobs, era mecánico. Mientras Mona iba a la Universidad de Columbia, su hermano abandonaba el college para hacer un viaje a la India. Al volver, se puso a trabajar en el taller del padre. Y al mismo tiempo que su hermana escribía un best seller, él inventaba la computadora Apple.
Publicado el 06/10/2011 en Informe21.com