El 1 de marzo, ante la Asamblea Legislativa, la presidenta Cristina Fernández anunció como una de sus prioridades la sanción de una nueva ley de adopción y prometió enviar un proyecto propio del Ejecutivo. Los proyectos de los legisladores comenzaron a sumarse y hasta hoy suman catorce entre los oficialistas y los de la oposición. Pero el año legislativo cerró y ninguno de ellos fue tratado. El del Ejecutivo tampoco porque nunca se escribió.
Aquel martes de marzo, la Presidenta dijo: “Necesitamos un instrumento que proteja el interés de los menores y que evite que las familias desesperadas por tener un hijo terminen cometiendo actos ilegales”.
Pero el impulso inicial sólo alcanzó para crear dos comisiones en los ministerios de Justicia y Desarrollo Social que tenían la tarea de elaborar el proyecto.
A la espera de la iniciativa del Ejecutivo, los legisladores oficialistas se negaron a tratar el resto de los proyectos.
Publicado el 18/12/2011 en Clarín