Acogimiento familiar.- «Tienes que manejar mucho sentimiento, es una gozada y un reto.»

Beatriz y Roberto tienen dos hijos, ambos trabajan, pero sacaron tiempo y espacio para acoger durante quince días a Pablo, de 3 años, mientras su madre, Rosa, sin familia en La Rioja, se recuperaba de una intervención quirúrgica en el hospital. Luis y Nuria tienen una hija de 8 años, Sara, pero su casa ha sido lo  suficientemente amplia para amparar a Juan y Guillermo mientras sus padres acababan de cumplir una condena de prisión. Rebeca y Antonio quedaron solos al casarse su hijo y marchar fuera de la región a vivir. Hoy, su casa es, los fines de semana y en vacaciones, el hogar de Eduardo, un «angelito» de seis años con síndrome de Down acogido en un centro residencial desde que nació.

Son decenas de historias, de vidas, de milagros diarios en los que muchas veces el destino ejerce su mágico poder. Como les sucedió a Marisa y Arturo cuando hace un par de años se acercaron a Servicios Sociales para informarse sobre los trámites de adopción. «Ese mismo día nos hablaron del programa de acogimiento y de que había un curso de formación. Sin tomar la decisión de que queríamos ser padres de acogida nos decidimos a hacer el curso a ver de qué iba», resume Marisa…
Publicado el 18/12/2011 en La Rioja.com
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