Síndrome del orfanato

Es un artículo antiguo pero no está de más recordarlo…

Un amplio abanico de países con costumbres culturales y sociales muy diferentes a las españolas, que a la llegada de los menores pueden ser causa de dificultad en su adaptación. La edad de los pequeños también influye en esta circunstancia, puesto que si han pasado mucho tiempo en un orfanato o institución de menores y no han creado vínculos afectivos con personas de referencia (padres biológicos o cuidadores) son más reticentes a hacerlo con los padres adoptivos, principalmente, porque no saben cómo llevarlo a cabo.

La psicóloga Esther Herranz, de la Asociación para el Cuidado de la Infancia (ACI), que tramita expedientes de adopción en China y Filipinas, explica que la consecuencia de esta carencia afectiva «se produce cuando un niño crece sin recibir la atención que cualquier bebé requiere». «Un bebé desde que nace necesita cosas tan simples y tan básicas como que alguien le toque, le hable, le mire a los ojos, entienda sus ‘señales’ así como responder ante un lloro o balbuceo. Sin embargo, un niño que está en un orfanato no va a tener esa respuesta inmediata porque lo normal es que las atenciones que reciba sean muchas menos que en un hogar y, además, muy automatizadas, es decir, a todos los niños se les da el biberón o se les cambia el pañal de la misma manera», describe.

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