Depresión Postadopción

La depresión en el postparto es un fenómeno ligado a la tormenta hormonal que sigue al embarazo pero también es una cuestión emocional y psíquica nacida del gran cambio al que la mujer se enfrenta cuando se convierte en madre. También existe la depresión post-adopción (DPA).

La DPA (término acuñado por June Bond en su artículo de la primavera de 1995 para la revista Roots and Wings) es acallada e ignorada por la mayoría de la sociedad. Los que forman parte de la Comunidad de Adopción Internacional y, en particular, los padres de menores provenientes de orfanatos, saben que tienen la complicación añadida de que los niñ@s son casi siempre mayores que recién nacidos y que han permanecido en marcos institucionales, en muchos casos, nuestros nuevos niñ@s  están por debajo de la edad escolar, sus historias y las cuestiones lingüísticas añaden una dimensión extra a la posibilidad de que las nuevas madres adoptivas desarrollen  DPA.

La mayoría de los padres adoptivos pasan años intentando tener un niño al que cuidar. Sus prolongadas y no siempre cumplidas esperanzas, sueños y deseos puede provocar expectativas poco realistas sobre lo que será de verdad ser padre, y no están preparados para el dolor que sienten cuando enfrentan su hijo soñado al hijo real. Los nuevos padres pueden sentirse culpables por sus emociones ambivalentes, sentirse resentidos o enfadados con este niño.

Creer en la vinculación instantánea o en el amor a primera vista es poco realista. La pasión y euforia iniciales dan pronto paso, al lento y a menudo difícil proceso de ajustarse a la presencia diaria de otro ser humano. Suele llevar de dos a seis meses sentir que surge un verdadero sentimiento de vinculación.

Sin estar preparadas, ni recibir apoyo, las madres adoptivas novatas intentan dejar de pensar en el tema, sin pedir ayuda. Muchas temen que si expresan sus problemas ante  un trabajador social o psicólogo (justo esos mismos a los que han tenido que convencer de que serán unos padres excelentes), dudarán de su capacidad como padres. Por tanto, una situación complicada se hace aún más difícil debido a la falta de comprensión y de apoyo. Y en muchos casos además cuentan con la incomprensión de la familia, que no entienden porqué la madre no se siente totalmente feliz ahora que por fin tiene lo que tanto tiempo ha deseado. Después de años de espera por problemas de infertilidad.

Es normal, están pasando el duelo de post-adopción desconocido por muchas personas.

Hay que tener en cuenta que las familias adoptan niños que han sufrido los efectos de la institucionalización, hospitalización, abandono y desatención de todo tipo. A menudo adoptan niños con necesidades académicas, emocionales, neurológicas y médicas ocultas. Si a todo esto sumamos el estrés del viaje, dificultades de comunicación con los hijos más mayores, la llegada y encuentro en el país de adopción, la falta de sueño y el shock cultural, es fácil comprender que este potencial de frustración, indefensión y preocupaciones es muy alto. En resumen, el caldo de cultivo idóneo para el inicio de una depresión.

Algunos consejos ante la depresión post adopción

Pautas generales que nos ayudan tanto para el primer periodo tras el parto como tras la adopción.

– Lo primero y más importante saber que es la depresión post-adopción, saber que nos puede pasar y que es normal.

–  Al volver a casa de tu viaje, asegúrate que tienes el tiempo necesario para  “hacer nido”.

– No te sientas culpable por mantener las visitas a raya durante las primeras semanas. La excepción ha de ser alguien cercano que puede prestarte la ayuda necesaria en los temas domésticos como para dejarte el tiempo necesario para dedicarte a tu hijo y comenzar el proceso de vinculación.

– Intenta alargar la baja maternal todo lo que puedas.

– Duerme el máximo número de horas y haz ejercicio.

– Si no tienes pareja o ésta no puede ayudarte, busca a alguien que te ayude y te permita descansar, hacer recados o simplemente cuidarte.

– Tus nuevas competencias como padre/madre a menudo hacen que te vuelvas algo más incompetente en otras áreas de tu vida…No te sientas culpable si la casa no está impecable o las comidas son más bien básicas.

– Prepárate a poner casi todos los aspectos de tu vida en “pause” hasta que todo se asiente un poco.

Recuerda prepararse para la DPA es la clave para superarla y acortar su duración. Y el compartir esos “sentimientos contradictorios” que podamos tener con otras familias que han pasado por el mismo proceso.

 

 

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