Mientras llega la adopción, sólo quieren un par de zapatos

Pero esta noticia tiene final feliz… después de publicar esta noticia, los lectores de El Diario de México se movilizaron para ayudar!

«Conscientes de su situación, más de 80 menores que habitan en el albergue infantil “Agua Viva”, pasan los días y hasta los años, a la espera de alguna familia interesada en adoptarlos… mientras tanto, sólo desean un nuevo par de zapatos.

Y es que al ser demasiados, las donaciones con las que sobreviven no son suficientes, pues además enfrentan dificultades para el abasto de alimentos.

Hace cerca de 15 años, que Javier Castrejón y su esposa Hortensia, iniciaron el proyecto de Casas y Albergues de Rehabilitación, pero al cabo de 4 años nació “Agua Viva”, una asociación cuyo propósito es ayudar a la población infantil vulnerable de Juárez, dijeron sus fundadores. “Vemos la necesidad de amor en cada uno de los niños, un corazón que debe ser resguardado de los efectos de la violencia, nuestro compromiso es para con ellos, siempre buscando su bienestar”, expresó Hortensia.

En el albergue conviven 82 menores, de entre 5 y 17 años de edad, la mayoría padecieron de abusos y violencia intrafamiliar.

“Son niños que necesitan amor, y gracias a Dios aquí es lo que menos falta, muchos fueron abandonados por sus padres y canalizados por el DIF, aquí permanecen hasta que se determina su situación, ya sea que los regresen a sus familias, sean adoptados o cumplan la mayoría de edad”, explicó.  Señaló que muy pocos son adoptados y los que son devueltos a sus padres permanecen un par de días, pero también existen quienes tienen más de 5 años viviendo en “Agua Viva”.

“La mayoría conserva la esperanza de pertenecer a una familia, hasta el simple hecho de que alguien conviva con ellos, juegue con ellos… significa mucho”, aseguró. Explicó que dentro del albergue durante su estancia, los niños y adolescentes reciben educación, alimentos y calor de hogar.

“No albergamos niños… hospedamos ángeles”, enfatizó Hortensia, mientras abrazaba a Ileana de 12 años, quién llegó a los 6 y está en proceso de adopción. Por lo que solicitó el apoyo de la comunidad para seguir ayudando a los niños y jóvenes que lo necesitan.

“Nuestro sustento depende mayormente de las donaciones, gracias a ellas hasta el momento no nos ha faltado nada, pero si alguien desea ser partícipe, queremos que tengan la seguridad de que su donación será bien recibida, pues tendrá la satisfacción de ver los rostros de agradecimiento de los niños”, explicó.

Publicado en El Diario

 

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