Un mexicano que fue deportado a su país desde Carolina del Norte hace poco más de un año pelea en la actualidad la custodia de sus tres hijos estadounidenses, quienes permanecen bajo la protección del Estado, el cual busca darlos en adopción.
Felipe Montes, quien trabajaba como jardinero, fue detenido por agentes de Inmigración en octubre de 2010 luego de que éste arribó al juzgado para pagar una serie de multas de conducción, tras lo cual fue deportado en diciembre de ese mismo año por permanecer en el país como indocumentado.
«No lo dejaron hablar con sus esposa ni despedirse de sus hijos, a los cuales ha cuidado y querido desde que nacieron», afirmó a Efe Arturo Carmona, director ejecutivo de Presente.org.
Publicado el 15/02/2012 en Univisión