La vuelta al trabajo de la madre tras la baja maternal

En la actualidad la gran mayoría de las madres son trabajadoras y el cuidado de los hijos se vuelve un rompecabezas a la hora de organizarse con el horario y las necesidades del niño.

Durante la baja maternal se establecen unas normas a seguir en cuanto a comidas, baños, etc que más tarde deberán ser transformadas ya que el tiempo se reduce bastante con la incorporación de la madre al trabajo.
Para la madre supone muchas veces un trauma el dejar al niño de pocos meses al cuidado de terceros, aunque éstos sean abuelas complacientes, la inseguridad y la necesidad de control hace mella en ellas y no son pocas las que desarrollarán en este periodo dificultades al dormir, estrés, problemas de alimentación, ansiedad, etc. La necesidad de control es un instinto innato que todo el ser humano posee y que ante el abandono de un ser querido, cobra mucha más fuerza.

Su felicidad está asegurada

Debemos tener en cuenta que el niño de pocos meses tiene muy claras sus necesidades y que si éstas se ven cubiertas a diario, su felicidad está asegurada. Por supuesto que la mejor cuidadora será su madre ya que esta es quien le aporta la seguridad y la confianza de sentirse querido, no olvidemos que es ella la primera persona con la que entra en contacto ya desde el vientre materno.
Con lo cual es muy importante el cuidado que procede de la madre y no debe faltar, pero otros miembros de la familia o cuidadores realizarán un trabajo muy importante en las horas en las que la madre no está. La dedicación absoluta tampoco es necesaria, ya que el niño debe abrirse a su entorno y conocer poco a poco a cada personaje.
Los niños necesitan atención

El tiempo que la madre trabaja podrá ser atendido perfectamente por otra persona siempre y cuando el resto del tiempo sea la madre quien se ocupe. Por supuesto están contraindicados los trabajos que ocupan toda la jornada y que hacen que la madre llegue a casa a las 10 de la noche. Que duda cabe que en estos casos, los niños lo acusarán y darán síntomas de malestar, se pondrán más enfermos, serán más ansiosos o se portarán peor cuando sean algo mayores.

Los niños necesitan atención y muchos de sus llantos son debidos a un déficit en ella. A menudo se dice que no cojamos a los niños porque se acostumbran a los brazos, o que no transijamos a sus peticiones y a sus berrinches, sin embargo, esto es una situación a valorar, ya que no siempre es por capricho, es más, me atrevería a decir que en la mayoría de los casos los niños solo necesitan un poco de atención y el berrinche pasará. El castigo como forma de inhibir sus emociones no funcionará. Formaremos de este modo a niños que no expresan si están tristes o contentos, tendrán una incapacidad para expresarse ya que fueron enseñados así desde su temprana infancia.

El padre también juega un papel muy importante

El padre también juega un papel muy importante, tengamos en cuenta que l primer apego que se establece es entre el niño y la madre, pero el padre es la segunda figura. Desde el nacimiento es ideal que se involucre en el cuidado y mimo del niño, de esta manera resultará más fácil la separación de la madre, ya que una segunda figura se mantiene ahí. Si el niño está habituado a que su padre le cambie, le bañe, le dé el biberón, la falta de la figura materna no será tan exagerada y el horario laboral de la madre será fácilmente llevadero para todos; sobre todo si la madre tiene reducción de jornada el período de separación será muy corto.

Cada familia tiene una circunstancia personal Esto es lo ideal , pero que duda cabe que no siempre es posible, no todos los padres tienen jornadas diferentes para poder compatibilizarse, no todas las madres pueden acceder a la media jornada con lo cual habrá que buscar alternativas de solución.

Realmente, ningún niño resulta traumatizado por el abandono relativo de sus padres, no conocemos a ningún niño que de adulto diga, por ejemplo: “Estoy muy deprimido porque mi madre empezó a trabajar cuando yo tenia 4 meses de vida”. Realmente esto no ocurre y los traumas de adulto se deben a otro tipo de abandonos. Lo que sí se nota en niños pequeños es la falta de atención, padres muy ocupados que no llegan a casa hasta tarde dejan a los niños con los abuelos y luego no compensan el cariño que sus hijos necesitan.

La responsabilidad es de los padres

Muchas son las parejas que optan por esta solución, pero recordad que los hijos son vuestros y no de los abuelos, ellos realizan una función de cuidadores pero los padres son los educadores en todos los niveles. El poco tiempo que queda es imprescindible dedicarlo al niño, sino, éste puede presentar algún tipo de problemática como dificultad para dormir o comer, llanto continuo sin motivo, no sonríe, más adelante, problemas de comportamiento, se vuelve contestón, no hace caso, etc.

Aquí presentamos una serie de pautas a seguir para que la separación de la madre resulte más llevadera:

Prepara al niño para este día. Dedica alguna hora del día a alguna actividad individual que implique la separación del niño, déjale al cuidado de alguien mientras haces la compra, vas al medico, etc. Dale pequeños periodos de separación para que se vaya habituando.

Introduce a la persona que va a ser su nuevo cuidador días antes de tu salida al trabajo para que el niño vaya tomando contacto con ella y ambos vayan conociéndose, en el caso de los abuelos también, ya que aunque vienen de visita no es lo mismo que estar toda la mañana con él dándole de comer, vistiéndole , lavándole, etc. El niño debe conocer a sus cuidadores antes de que la madre desaparezca, sino puede tener una mala reacción, sobre todo si es una chica nueva para él.

Cuando vuelvas del trabajo dedícale todo el tiempo que puedas, con juegos, cógele en brazos, acúnale un poco, mantenle en tu regazo un tiempo para que se sienta protegido y sepa que ya has llegado . Intenta llegar a casa para la hora de la cena y del baño, será mejor que seas tú quien le acuesta por la noche, se quedará más tranquilo. Si llegas al paseo de por la tarde tanto mejor.

No creas que porque esté bien cuidado no te necesita. Eso es un error y se dá cuenta de tu ausencia por pequeño que sea. Durante sus primeros 4 meses has estado con él todo el tiempo. Sí notará la diferencia. Intenta dedicarle tu tiempo de ocio aunque sea realizando actividades que os agraden a los dos o a toda la familia.

Haz que el padre realice su función, no le dés de lado en los cuidados del niño. Sobre todo si tiene facilidad horaria será un lujo que habrá que aprovechar. Si el padre aprende desde el principio, podrá hacer las tareas igual que la madre y para el niño será el mejor cuidador y educador. Muchos niños establecen un apego especial con su padre debido a estos periodos de estar solos, no los desperdiciéis.

Fuente: Terra Mujer

 

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