Se buscan 6 familias para niños guineanos

Una familia que les cuide, les dé cariño y les acoja como uno más durante el verano. Es la ilusión de los niños de los orfanatos de Malabo y Nkué de Guinea Ecuatorial. 43 huérfanos de entre 7 y 16 años vendrán a la Comunidad foral gracias a la asociación Solidaridad Navarra con Guinea Ecuatorial (SONAGE) a pasar los meses de julio y agosto.

Pero aún se precisan 6 nuevas familias de acogida. Deberán adelantar 1.000 euros por niño (incluyen el viaje en avión, el visado, el pasaporte…), aunque al final de la estancia se les puede devolver algo de dinero si se han conseguido subvenciones.

Cada familia tendrá que asumir también la manutención del pequeño en el verano y prepararle una maleta con ropa y material escolar para afrontar el siguiente curso.

Todos los pequeños hablan español, ya que es el idioma del país.

La secretaria de SONAGE, Paula Vigor Jacoste, de 45 años y vecina de Etxarren (Arakil), anima a las familias a acoger. «Es una experiencia muy positiva e inolvidable no sólo por lo que das sino por lo que recibes. Es un intercambio de cultura y cariño», apunta esta bióloga, casada y madre de cinco hijos, entre 7 y 17 años. «Queríamos que nuestros hijos vivieran la experiencia en primera persona y entendieran que hay niños sin familia», añade.

Los niños huérfanos viven en orfanatos de las misioneras de María Inmaculada en «buenas condiciones». «Allí no hay hambruna pero la dieta es muy limitada. Se alimentan de arroz y pollo. Por eso, les viene muy bien venir». Pero, sobre todo, añade, necesitan «sentir una familia». «Alguien que les abrace y les quiera».

Durante el verano, cada familia de acogida se organiza como prefiere. «Van de vacaciones a la playa, a la piscina… Se trata de que el niño sea uno más y todo el entorno familiar se implique». Pero también se organizan algunas excursiones o planes conjuntos «que son voluntarios» y persiguen que las familias «se sientan arropadas».

Durante su estancia, los niños van al pediatra y reciben las vacunas oportunas.

Fuente: Diario de Navarra

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