Mil niños y niñas aguardan en centros de Canarias a la espera de ser acogidos por alguna familia, después de que el Gobierno autónomo asumiera su tutela por incapacidad manifiesta de sus progenitores. La intención del Gobierno de Canarias cuando se decreta el desamparo de un menor es siempre que regrese con sus padres pero, mientras se resuelve la situación, la primera opción es que el niño o la niña sea acogido por sus familiares.
En esa situación se encuentran un centenar de menores, la mayoría con abuelos y tíos, según informa el director general de Protección del Menor y la Familia, José Gilberto Moreno. El sistema fija además un tercer caso para los niños y niñas cuya tutela corresponde al Gobierno canario, una figura que se conoce como familia de acogida temporal. Se trata de personas que asumen en sus hogares el cuidado de los pequeños a sabiendas de que llegará el momento de que vuelvan con sus progenitores. Moreno explica que en esta situación están 1.200 menores.
Con el objetivo de que estos niños –que ya de por sí han pasado por una situación más que complicada– logren cierta estabilidad familiar, el Gobierno de Canarias impulsa un banco de familias acogentes. Cuentan con certificado de idoneidad y «asumirían el cuidado de los menores y darían solución inmediata a sus necesidades afectivas que no se cubren en los centros», explica José Gilberto Moreno…
Publicado el 19/03/2012 en La Opinión
