Dos niñas chinas adoptadas por una familia de EE.UU. resultan ser hermanas

Dos niñas, que fueron adoptadas por la misma familia en diferentes ocasiones, resultaron ser hermanas.

Las niñas procedentes de China fueron abandonadas cuando eran bebés.

Su madre adoptiva, conocida solamente como Bonnie –una estadounidense que trabaja en el campo de la informática- las encontró en un centro de adopción en visitas separadas y las trajo a casa.

Bonnie, que ama a China y ha hecho visitas frecuentes al país, se enteró de una niña abandonada en un centro de adopción en Changde, provincia de Hunan, en junio de 1998.

Después de haber pensado en criar a una hija durante mucho tiempo, dos meses después voló para reunirse con la niña de 14 meses de edad, conocida como Chang Aijie.

«Cuando la vi, no podía describir con palabras lo lindo y hermosa que era», dice Bonnie.

«Tenía los ojos grandes, pero sin pelo. Me dijeron que había nacido con un tumor en la cabeza y la cirugía le dejó una cicatriz.»

Bonnie llevó a la niña de vuelta a los EE.UU. y los médicos le curaron exitosamente la cicatriz.

Tres años más tarde, Bonnie trajo a la niña de vuelta a visitar el centro de adopción y, finalmente, adoptó a otra niña de 1 año de edad, que había llegado al centro tan sólo 10 días antes de su visita.

Mientras las dos niñas crecieron, Bonnie notó que eran muy parecidas, por lo que realizó una prueba de ADN y confirmó que eran hermanas.
«Esto es un milagro», exclama Bonnie.

La hija mayor, Clyde, tiene 15 años. Le encanta correr y saltar, mientras que su hermana de 11 años, Riley, ama el tenis y actualmente está aprendiendo viola en la escuela.

«Ellas son muy sanas, inteligentes, amables y muy cercanas entre sí. Estoy muy orgullosa de ellas», dice Bonnie.

Ahora que son mayores, las niñas quieren saber de dónde son y otras cosas sobre su familia biológica.

Para cumplir el deseo de las niñas, Bonnie viajó a China para buscar a sus padres biológicos, los cuales podrían estar viviendo en los distritos de Pengshui o Qianjiang en el municipio de Chongqing, en el suroeste de China.

«Quiero darles las gracias por darme dos preciosas niñas», dice Bonnie.

Las hermanas también han escrito una carta a sus padres.

«Mamá y papá, si nuestra llegada ha perturbado vuestra vida diaria, os pedimos disculpas. Hace muchos años abandonasteis dos nuevas vidas. Estamos pensando que debéis estar muy tristes y desamparados.

«Desde entonces, usted debéis de estar pensando en nosotras, y deseando ver a vuestras propias hijas otra vez», dice la nota.

«Somos muy afortunadas de haber sido adoptadas por la misma familia estadounidense, estamos muy contentas aquí. A medida que crecimos, queríamos saber de dónde éramos, quiénes sois y si tenemos otros hermanos.

«Mamá y papá, os echamos de menos. Siempre aparecéis en nuestros sueños. No os culpamos, muchas gracias por habernos dado la vida», escribieron las niñas.

Fuente: China Daily en español

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