Unos médicos de Lleida viajan a China para encontrar padres a niños especiales

Ellos aún no lo saben, pero están a punto de recibir una visita que puede cambiarles la vida. Tienen entre 2 y 12 años y viven en un orfanato chino. Todos sufren alguna necesidad especial, enfermedades o discapacidades que los excluyen de las listas de adopciones internacionales. Ahora mismo están condenados a vivir en ese orfanato hasta cumplir los 18 años. Sólo un reconocimiento médico puede salvarles de esa situación.

Y ese «diagnóstico de la ilusión» ha iniciado ya su camino. A primeros de junio esos ochenta niños huérfanos recibirán la visita de tres médicos de Lleida que diagnosticarán las necesidades especiales que sufren. Pasado ese trámite se les abrirán todas las puertas para encontrar a unos padres adoptivos.

La iniciativa, pionera en Catalunya, la ha puesto en marcha la Asociación de Familias Adoptantes en China (Afac), con sede en Barcelona y que ha intervenido en la mayoría de las catorce mil adopciones cerradas los últimos dieciséis años desde España en orfanatos chinos.

Pero ahora se ha dado una vuelta de tuerca a ese proceso al ir a buscar a niños que, de no mediar Afac, jamás tendrían la oportunidad de cambiar de vida y encontrar a unos padres. Los ochenta niños elegidos para ese «diagnóstico de la ilusión» viven en el orfanato Shi Yan Social Welfare Institut, en la provincia de Hubei. Francesc Acero, presidente de Afac y que ya ha visitado ese centro, afirma que «las condiciones especiales que sufren la mayoría de esos niños no les impiden llevar una vida normal». Hay menores con labio leporino, con varices, problemas oculares y de oído, hernias o alguna amputación. «Lo importante es diagnosticar bien cada caso -añade Francesc Acero- para que los padres adoptivos sepan qué necesidades y atenciones va a precisar ese niño». La visita al orfanato de dos pediatras, Albana Puig y Laura Minguell (trabajan en el Arnau de Vilanova) y Alberto Sarmini, que es fisioterapeuta del hospital Santa Maria de Lleida, garantiza la fiabilidad de los diagnósticos. Estos tres profesionales sanitarios harán esos reconocimientos de forma desinteresada. En esa expedición van a gastar parte de sus vacaciones del verano. Afac, con 1.500 familias asociadas en toda España, correrá con los gastos médicos para esos diagnósticos, que se calcula que pasarán de los diez mil euros.

Y es que el dinero es la principal barrera que impide a los niños con condiciones especiales internados en orfanatos chinos entrar en la red de adopciones internacionales. «Son los centros los que deben asumir los costes de esos reconocimientos médicos y por eso sólo incluyen en la lista a los niños que, en principio, no presentan ningún problema de salud, ni discapacidad», revela Francesc Acero. Esos orfanatos no pueden permitirse el lujo de pagar por un diagnostico de un niño que sufra una condición especial si no tienen garantizado que después va a encontrar a unos padres adoptivos. Y es que el dinero que esos centros pagan a los médicos y hospitales por los reconocimientos se recupera con parte de lo que pagan los padres adoptivos en China antes de llevarse a los niños.

Alberto Sarmini, que también trabaja en la residencia geriátrica Lleida-Balàfia y es colaborador de la ley de la Dependencia, afirma que tanto él como sus compañeras no tuvieron ninguna duda en perder días de vacaciones personales para participar en el proyecto, cuando conocieron una iniciativa «tan seria y bien programada como esta». Su misión se limitará a diagnosticar las patologías que presentan esos niños y después serán los médicos chinos los que firmarán los expedientes para cumplir todos los trámites exigidos por los países y administraciones para las adopciones internacionales.

Algunos de los niños que viven en ese orfanato de Hubei padecen lesiones cerebrales. En estos casos, salvo que haya padres adoptivos dispuestos a hacerse cargo de esos menores, va a resultar complicado incluirlos en la lista. Por eso Alberto viaja a China con la misión de enseñar a los trabajadores del orfanato técnicas de cuidados para hacer más llevadera la vida de esos niños. «Tenemos previsto montarles incluso una sala de rehabilitación». Queda, claro, que lo que menos les va a sobrar a estos profesionales es tiempo si realizan todo el trabajo encomendado. Ninguno de ellos había participado antes en una iniciativa como esta y los tres parten con mucha ilusión, convencidos de que el esfuerzo valdrá la pena. Como dice Francesc Acero, además de «quedar garantizado un buen diagnóstico de esos pequeños, el trabajo de la asociación y esos médicos abrirá la esperanza de que esos niños y niñas con condiciones especiales puedan, por fin, disfrutar de los cuidados, amor y protección de una familia». Para cumplir con toda la burocracia exigida, Afac precisa de la colaboración de la ECAI Genus, que es una entidad acreditada desde el año 1998 para sellar los trámites de las adopciones internacionales.

Francesc Betoret, responsable del área de necesidades especiales de Afac y que acompañará a los tres médicos de Lleida en este viaje a Hubei, afirma que la clave para encontrar padres a esos niños implica facilitar una información clara y fiable sobre su estado. «Una vez hechos los diagnósticos por estos profesionales, la seguridad sobre la veracidad de estos es total, más incluso que con otros niños incluidos en las listas convencionales, que pueden tener enfermedades no detectadas en los reconocimientos hechos por médicos locales», añade Betoret.
Cuando faltan todavía más de dos semanas para la partida de la expedición catalana con destino a ese orfanato chino, Afac tiene ya en la mesa una docena de expedientes de familias dispuestas a adoptar a alguno de esos niños. Francesc Acero indica que en estos casos los potenciales padres adoptivos son informados de las patologías que presentan los menores y de los cuidados o intervenciones que van a precisar una vez lleguen a España, «para que cada uno haga la petición en función de sus posibilidades». Si todo sale como está previsto, las familias que muestren su interés por adoptar a alguno de esos huérfanos y sigan adelante con el proceso, una vez elegido el niño o la niña, podrían «tener su mejor regalo de Reyes de las próximas Navidades», augura Acero.

Afac fue creada en 1996 y su principal misión -que se mantiene inalterable desde el primer día- es asesorar a todas las familias interesadas en adoptar niños en China. Les acompañan en todo el proceso y complementan, así, un trabajo que muchas veces no tienen capacidad de realizar las administraciones autonómicas y estatales que se encargan de cumplimentar los trámites

Fuente: La Vanguardia

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