Amelia Reyes Jiménez a diario madruga para ir al trabajo. Después regresa a la humilde vivienda que comparte con su hermana y sobrinos, en Guadalajara, México. Allí se sienta a esperar, porque su corazón, dice, quedó en Arizona.
Reyes fue deportada hace dos años, y atrás quedaron sus cuatro hijos, tres niñas y un varón, quienes ahora viven en hogares de crianza temporal y pudieran ser dados en adopción, debido a una decisión judicial.
Amelia y sus hijos pertenecen a una creciente cifra de familias separadas por las deportaciones masivas de indocumentados, cuyos hijos nacidos en Estados Unidos terminan bajo la custodia de los departamentos de Servicios Sociales y agencias de Protección de Menores…
Publicado el 20/05/2012 en Univisión