33 niños asturianos esperan ser adoptados

Tener hermanos, alguna discapacidad o haber dejado de ser bebés juegan en su contra. Son los menores que esperan a ser adoptados en los centros del Principado: 33 a finales de año, institucionalizados, según la  Memoria correspondiente a 2011 del Servicio de Infancia, Familias y Adolescencia de la Consejería de Bienestar Social.

De esos 33 niños y niñas asturianos susceptibles de ser acogidos por una familia, 23 eran niños y diez, niñas. Y, respecto a sus edades, doce eran menores de 2 años, nueve tenían entre 3 y 5 años, mientras que doce más eran mayores de seis, una edad en la que la perspectiva del acogimiento permanente se complica para ellos.

Según ese mismo documento, en 2011 pasaron por el programa de adopción de menores del Principado 67 pequeños, de los que 34 fueron acogidos con una finalidad adoptiva. Y, en total, a lo largo del año se registraron en la región 38 adopciones nacionales, mientras que también las solicitudes de adopción nacional (95) superaron a las internacionales (89), y ambas experimentaron un repunte respecto al ejercicio anterior, cuando las peticiones nacionales fueron 78 frente a las 70 internacionales.

Se consolida así la tendencia iniciada en 2008, cuando las solicitudes para realizar adopciones nacionales superaron a las internacionales por primera vez en la comunidad, y cada vez más familias se decantan por la vía nacional, menos gravosa y complicada.

Pero, aunque las peticiones aumentaron respecto a 2010, las adopciones finalmente constituidas disminuyeron: de 40 a 38 las nacionales y de 75 a 40 las internacionales, un desplome en toda regla.

En ese último capítulo, Rusia se afianza como el principal país de origen de los pequeños que llegan a Asturias para empezar una nueva vida junto a sus familias de adopción. Las cifras de la memoria son concluyentes al respecto: el pasado año llegaron a la región 40 menores en adopción internacional (20 niñas y 20 niños con edades comprendidas entre los 0 y los 7 años), de los que una veintena eran rusos, mientras que ocho procedían de Vietnam, siete de Etiopía y cinco más de China.

Además de la crisis, el endurecimiento de los requisitos para poder adoptar ha pasado factura a países como el gigante asiático, que incluso llegó a cerrar las puertas a personas homosexuales o con problemas de obesidad, mientras que en otros como Vietnam las irregularidades detectadas, con pagos ilegales de por medio para acelerar la tramitación de los expedientes, hicieron naufragar muchos procesos.

En cuanto a los seguimientos de las familias adoptantes, el Principado realizó 220 y la mayor parte habían optado por Rusia (80), Vietnam (48), Etiopía (47), Colombia (13), Kazajstán (12) y China (9).