Niños y Prejuicios

¿Qué pasa, cara plana? (What’s up flat face…)

En la última parte del viaje de vuelta a casa desde China, le pregunté al hombre que tenía al lado que a qué se dedicaba y me dijo que hacía documentales. Mencionó su película mas reciente, Prom Night in Mississippi,   y le respondí contenta que era uno de los mejores documentales que había visto. De hecho, después de verlo la primera vez, hice que mis hijos lo vieran conmigo, y así poder hablar de un asunto tan importante como es el racismo. Seguimos hablando, y me contó que había fundado la organización sin ánimo de lucro   Moving Beyond Prejudice, que trabaja con estudiantes y grupos por todo el mundo para promover el cambio. Y empezó una conversación de tres horas entre nosotros sobre varios temas de la vida.

Como madre de dos niños adoptados transracialmente, no pude dejar pasar la oportunidad de pedir consejo a Paul Saltzman, ya que ha organizado grupos de debate para miles de adolescentes y universitarios por todo el país, sobre los prejuicios. Le conté que mi hija sufría comentarios continuamente y bromas en la escuela por ser china – incidentes inmaduros, como chicos estirándose los ojos, y diciendo a otros que su segundo nombre probablemente sea   «Ching Chong Chang», o que le digan «¿Qué pasa, cara plana?» Cosas de niños, pero que duelen, y la hacen sufrir por dentro. Así que le pedí consejo sobre lo que uno debe contestar cuando le dicen «hueles a arroz frito» Y quiero compartirlo aquí, ya que muchos de nuestros simpatizantes son padres adoptantes transraciales también.

Me dijo que es casi imposible razonar con alguien que es un auténtico racista, así que hay que juzgar la mejor manera de responder en cada situación. Pero que muchas veces, la gente ni siquiera se da cuenta que lo que han dicho está mal.

Que le dijese a mi hija, que tranquilamente contestase «eso no es divertido». Que casi cualquier persona, contesta lo mismo. Dirán «No seas tan hipersensible!» o «Solo era una broma». Y que entonces mi hija, con calma, debería decir una vez más «Bueno, pues no ha sido gracioso» y dejarlo así. Con suerte,el niño o adolescente, que no es necesariamente racista, sino que está haciendo comentarios estúpidos, se dará cuenta de sus palabras duelen… y quizás plantará así la semilla en ellos para que entiendan que no deben decir cosas tan insensibles otra vez.

Para mí, el vuelo terminó demasiado pronto, pero seguro que él sintió alivio cuando aterrizamos en Oklahoma.  : ) Es siempre un placer conocer a alguien que ha experimentado una vida interesante como la suya, y estoy de acuerdo con su idea de que para superar las desigualdades hay que empezar por los prejuicios y creencias que llevamos en nuestros corazones.

Fuente: blog de LWB España

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