8 claves para potenciar la felicidad en los niños

Bienestar, despreocupación, seguridad y tranquilidad, son algunas situaciones que pueden definir muy bien la felicidad. Conseguir que nuestros hijos sean niños felices es una de nuestras principales metas, aunque no siempre es fácil conseguirlo. El «Proyecto Felicidad» ha sido creado justamente para echarnos una mano en este sentido.

Desarrollado por un equipo de los centros comerciales de Sonae Sierra, el proyecto empezó en cinco centros de diferentes ciudades españolas, y ha sido llevado a cabo por la asesoría de la psicóloga Silvia Álava.

Su objetivo es descubrir, a través de diferentes talleres para padres, cuáles son las facetas a potenciar en la educación de los hijos, para que sean felices.

Para la psicóloga Silvia Álava, el 50 por ciento de la felicidad se debe a factores genéticos, un 10 por ciento a las circunstancias vividas, y el 40 por ciento a la actividad emocional que podemos aprender a controlar para ser más felices. Es decir, que la felicidad también se aprende.

Basándose en estudios de la Dra. Sonja Lyubomirsky y María Jesús Álava Reyes, la psicóloga ha desarrollado una serie de actividades rotativas apoyadas por pautas básicas que ayudan a potenciar la felicidad en los niños.

El trabajo propone fomentar la gratitud, la amabilidad, el trabajo en equipo, la comunicación, integridad, y hacer actividades con los hijos. Además, durante las actividades se reproducirá un vídeo infantil y didáctico sobre los consejos para potenciar la felicidad en los pequeños. Para el proyecto, son ocho las claves de la felicidad infantil:

Ser amable. Niños amables experimentan más satisfacción y energía, son más cariñosos y agradables, y gozan de aceptación social.

Dar las gracias. La gratitud favorece la estabilidad mental y enriquece el crecimiento de los niños. Los niños valoran más lo que tienen y a su entorno.

Ser positivo. Los niños educados en un entorno positivo son más seguros y creen más en sí mismos. Tienen mayor control de su mente.

No etiquetar. Se debe evitar rotular a los niños. Decirles «eres malo», «eres llorón», les predisponen a moldear su actitud para encajar en este perfil.

No dramatizar. Debemos dar su justo valor a las cosas y a las situaciones. Debemos extinguir conductas como pegar, insultar o faltar al respeto.

Logro personal. Los niños son más felices si consiguen sus objetivos por sus propios méritos. Debemos animarles en este sentido.

Autonomía. Estimular la independencia de los niños, potenciará su autoestima, su seguridad y la confianza en sí mismos.

Inteligencia emocional. Los niños deben aprender a controlar y regular sus emociones para resolver los problemas de manera pacífica. Eso genera tranquilidad y armonía en su carácter.

Fuente: Guía Infantil

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