Gennet Corcuera, primera sordociega que estudiará en una Universidad española

Gennet Corcuera es la primera sordociega de nacimiento que ingresará en una universidad española, una meta que ha alcanzado venciendo miedos y con mucho esfuerzo, ayudada por mediadores, compañeros y profesores. «Espero que mi caso anime a otros y abra la sociedad a la sordoceguera», ha dicho en una entrevista.

Gennet nació hace 25 añosen Etiopía, donde vivió junto a su familia dos años, hasta que sus padres la dejaron en un orfanato de monjas, donde era la única sordociega; allí sufrió mucho y afrontó diversas enfermedades.

Salió cuando una mujer española que visitó el orfanato convenció a las religiosas para que le permitieran adoptar a la pequeña y la trajo a Madrid, donde vive desde entonces.

Gennet Corcuera recuerda de aquellos años que «no sabía lenguaje de signos y no sabía cómo comunicarme, pero percibía cosas malas» de un país «con mucha pobreza, guerras y poca comida», explica en una conversación que ha mantenido con la ayuda de Raquel, que durante la entrevista se ha convertido en los ojos, la voz y los oídos de la joven.

Siempre necesita de un mediador para comunicarse porque se expresa a través del lenguaje de signos apoyado. Así, para hacer esta entrevista, Raquel le toma las manos para, a través del tacto, formularle las preguntas, a las que ella contesta en el lenguaje de signos tradicional.

El miedo inicial

Gennet llegó a España a los 7 años y poco después empezó a estudiar en el colegio de la ONCE Antonio Vicente Mosquete, donde aprendió a expresarse, a leer en braille y a utilizar el lenguaje dactilológico y oral a través de una logopeda.

Hasta finalizar la E.S.O., compartió aulas con estudiantes sordociegos, pero el bachillerato lo realizó en el instituto Leandro Fernández Moratín, en Pastrana (Guadalajara), donde, por primera vez, compartió aulas con estudiantes y profesores ajenos al sistema de educación especial para discapacitados.

«Al principio tenía muchísimo miedo», admite, pero una vez que finalizó el primer curso, siempre con ayuda de un mediador en clase, se sintió «mucho más contenta», sobre todo porque muchos de sus compañeros aprendieron a comunicarse con ella.
El segundo curso de bachillerato «fue mucho más difícil» y llegó a pensar en «dejarlo todo». «Tuve que dividir los cursos en dos, recibía clases de apoyo de los profesores por la tarde. Estaba cansadísima, pero la ONCE me pidió por favor que continuara».

Este año ha pasado las pruebas de Selectividad con una nota más que buena, 7,28, pasando «las mismas preguntas y los mismos exámenes» que sus compañeros, si bien disponía de más tiempo porque ella «tenía que contestar con el Braille Lite», un sistema que permite la escritura y la revisión oral de lo escrito para personas invidentes.

Su referente: Hellen Keller

Ahora se enfrenta, como tantos otros jóvenes, a la elección de una carrera universitaria, pero aún no sabe cual. «Me gustaría Educación Social«, sostiene, pero lo que sí tiene «claro» es que no va «a estar nerviosa» porque espera algo «parecido» a su experiencia en el instituto.

Uno de los grandes recursos con los que Gennet cuenta para salvar obstáculos es Internet, una red a la que da «las gracias» por darle la oportunidad de estudiar y comunicarse. El sistema de la línea braille le «interpreta lo que dice el ordenador«, por lo que puede «usar el messenger, mandar correos electrónicos, hacer ejercicios y buscar información» como cualquier otro internauta.

Gennet quiere terminar la conversación rememorando la figura de Hellen Keller e instando a la gente a aprender de esta sordociega estadounidense que logró convertirse en escritora, oradora y activista política a comienzos del siglo XX.

Como ella, Gennetespera convertirse en un referente para los 6.000 sordociegos españolesy está segura de que su caso «va a animarles a hacer» lo que ella y a «abrir la sociedad a la sordoceguera, como hicieron conmigo en el instituto», apunta.

Fuente: El Mundo

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