200.000 niños coreanos fueron adoptados por parejas de todo el mundo después de la Guerra de Corea. Uno de estos pequeños es Jung, entonces un huérfano, más tarde un muchacho adoptado por una pareja belga y hoy, un dibujante lanzado a la aventura de contar su propia vida con «Piel, color miel».
«Es la mirada del adulto en el que me he convertido pero además, como narrador que soy, también del niño y más tarde del adolescente que fuí, sobretodo del camino que me llevó a aceptar las diferentes identidades, sus características, pero también es una película sobre la búsqueda de una identidad propia y de la aceptación de uno mismo», explica Jung.
A sus 44 años, Jung, para desarrollar su película, volvió por vez primera a su Corea natal, acompañado del realizador francés Laurent Boileau. Abandonado a los cinco años, fue un policía quien lo encontró vagando por las calles de Seúl y lo entregó a una organización no gubernamental estadounidense.
Se trata de la adaptación de un cómic que Jung publicó hace un par de años. La película incluye además imágenes del viaje y viejas tomas en Super 8 de su familia.
«Es el reflejo natural de las personas, es decir, utilizando los dibujos animados, que son para los más pequeños, uno trata temas más contemporáneos y de mayor actualidad a través del cine de animación», comenta el artista belga.
«Piel, color miel» que ganó el premio Unicef en el festival francés de Annecy, ya está en las grandes pantallas de Francia y Bélgica.
Fuente: Euronews