Antes de iniciar un proceso de adopción, reflexiona

La adopción es una medida de protección permanente a través de la cual un menor se integra plenamente en la vida de otra persona o personas. A tal efecto, entre los padres adoptivos y el menor adoptado se establece un vínculo jurídico idéntico al de los padres e hijos biológicos.

Es decir, la adopción proporciona una familia a un niño que la necesita, y convierte en sus padres a las personas que la llevan a cabo. Por tanto, para las personas implicadas la adopción es un proyecto vital que puede resultar maravilloso, pero que supone una gran responsabilidad, ya que está en juego el futuro de niños y niñas a quienes se les da una nueva oportunidad para crecer en condiciones que favorezcan su desarrollo.

Emprender este camino no puede tomarse a la ligera. Muy al contrario, la decisión debe ser fruto de una reflexión profunda por parte de los solicitantes, realizada desde la responsabilidad y el compromiso, en la que valoren con detenimiento sus motivaciones y sus capacidades para hacer frente a los retos que lleva consigo ser padres.

  • ¿Por qué quiero adoptar?
  • ¿Tengo otras alternativas para ampliar mi familia? En caso afirmativo, ¿por qué quiero optar por la adopción?
  • ¿Cómo es el menor al que deseo adoptar?
  • ¿Estoy preparado/a para adoptar a un menor distinto al que me gustaría adoptar?
  • ¿Por qué hay menores que son susceptibles de ser adoptados?
  • ¿Estoy preparado/a para aceptar la historia previa de mi futuro hijo/a?
  • ¿Estoy preparado/a para afrontar la tramitación y la espera del proceso de adopción?
  • ¿Soy consciente de que pueden surgir complicaciones en la integración familiar y que debemos tratar de afrontarlas?
  • ¿Revelaré a mi hijo/a su condición de adoptado/a?
  • ¿Podré afrontar con tranquilidad las preguntas que me haga sobre sus orígenes, o el interés por buscarlos?
  • ¿He meditado bien sobre lo que significa tener un hijo/a y los cambios que ello supondrá en mi vida y/o en la dinámica familiar?

Todas estas cuestiones deben ser revisadas antes de tomar la decisión de dar comienzo al proceso adoptivo, así como cualquier otra que le pueda preocupar respecto al tema. La reflexión es una cuestión íntima de cada persona y de cada familia. A veces resulta útil acudir a personas con experiencia, a libros especializados, o también a profesionales, en caso de tener dudas que no puedan ser resueltas en el seno de la propia familia.

Fuente: Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias

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