Telefonía móvil: 10 ideas para sobrevivir a un/a adolescente

Hay crisis, las compañías de Telefonía Móvil saben que es ahí donde pueden crecer y no perdonan; el vecino de arriba se gasta una pasta en sus dos hijos adolescentes, que parecen hijos de un ministro; el puñetero wassap parece más importante que el comer y, para colmo, los profesores empiezan a reconocer que es mejor aliarse a este fenómeno para que los chicos estudien algo y mejoren su rendimiento. Así que dese por convencido de que es mejor poner la racionalidad y el ahorro en esto de la Telefonía Móvil con respecto a si hijo/a adolescente. Ya crecerán y algún día entenderán que lo hizo por su bien. Es el único consuelo que le queda.

Vamos por partes. Diez consejos que le serán útiles para gastar justo lo necesario es una herramienta que para ellos será un objeto de deseo y para usted algo útil para saber dónde está.

  1. No le sirven las campañas de las empresas de Telefonía Móvil, porque ponen por delante su rendimiento económico a la utilidad y precio de sus tarifas. De modo que convénzase de que es mejor una tarjeta de prepago, con la que tendrá menos disgustos y podrá controlar su consumo. Además, inmediatamente la recarga será objeto de regalo. Ya sabe, el padrino, que le suelte 10 euros cada vez que se vean y que sea para la recarga. El contrato es una esclavitud que sólo funciona en usuarios racionales.
  2. No es verdad que todo tenga que ser Apple. Son dispositivos magníficos, sin duda, pero el sistema Android está marcando la pauta en relación calidad precio. Un ejemplo, el Smart II de Vodafone. 72 Euros, con tarjeta prepago incluida. Excelente regalo.
  3. Utilice sus mismas armas, aunque no sea lo importante. Dígale que el wassap es lo primero y, sobre todo, que la cámara de estos dispositivos es excelente. Dígale también que el Tuenti va estupendo ahí, porque es verdad.
  4. Al contrario de lo que dicen las compañías, su hijo/a podrá seguir con su tarjeta prepago sólo de teléfono, sin datos, y usarla en este tipo de dispositivos, aprovechando el wifi de casa y del millón de sitios que ya lo tienen. Eso sí, llame antes a la compañía y dígales que desactiven los datos de la tarjeta SIM, para evitar que se conecte por accidente y le salga por una pasta. Así de claro. Solución barata que, de verdad, funciona. Viva el wifi.
  5. Anime a ese adolescente tecnológico a que use otros programas que evitarán gastos, como Skype (videoconferencia) incluso con usted mismo o alguno de los chats, como Google Talk, que está mejorando muchísimo en los últimos tiempos. Tenga en cuenta que Android es también un invento de Google y se lleva estupendamente con las cuentas de Gmail, incluidos los contactos.
  6. Siguiendo la ruta del punto 4, si se le acaba el saldo a su hijo/a podrá seguir usando el wifi, con lo que tendrá prácticamente todas las herramientas disponibles. Viva el wifi.
  7. Estos teléfonos para adolescentes vienen con cositas que les gustan a ellos, como carcasas intercambiables de distintos colores. A usted le encanta eso también y lo pondrá como una ventaja añadida, sin dudarlo. Si, sin dudarlo. Y si hay que gastarse un dinerillo en una funda de diseño, pues se gasta. Vaya al chino de enfrente y sonría cuando haya hecho la elección. El fin justifica los medios. Sobre todo, sonría.
  8. Estos teléfonos hacen excelentes vídeos, de modo que busque cualquier excusa para demostrar que es un director de cine en potencia, aunque no se vea nada. Me remito a la parte final del punto 7.
  9. Es verdad que estos teléfonos tienen memoria bajita, pero admiten tarjetas SD o mini SD, con lo que podrá almacenar lo que quiera y le dé la gana. Esta vez puede animar al tito más cercano a que se la regale. Incluso puede tener un par de ellas, para que no haya problema de almacenamiento. No queda mucho para Navidad.
  10. Y finalmente, recuerde que su hijo o hija le miran por el rabillo del ojo a ver si usted cumple lo que les manda a ellos, para luego echárselo en cara en el momento más inoportuno. De modo que, por qué no, compre dos dispositivos y estrénelo con él o ella. Disfrute de ese adolescente que lleva dentro.

Ya sé que esto no es el evangelio para el trato con un adolescente, pero todos somos supervivientes y cada uno aplica lo mejor que puede y sabe. A mí no me está yendo mal con este decálogo, pero puede que usted tenga el suyo propio, de modo que se agradecerán nuevas ideas, para mejorar entre todos. Buenas vacaciones.

Fuente: Blog Tecnología y Otros Pensamientos

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