El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó en julio un acuerdo sobre adopción internacional que establece que la adopción de niños rusos por extranjeros se considerará sólo si no es posible que los niños encuentren una familia adecuada en la nación euroasiática. La nueva legislación se planteó luego de que salieran a la luz numerosos casos de maltratos y asesinatos sufrido niños rusos adoptados por parejas norteamericanas.
Esta nueva normativa se basa en la legislación rusa, especialmente en el Código de la Familia y en la experiencia que se ha tenido con otros países como Italia.
En el acuerdo de cooperación bilateral sobre adopción internacional, se determina que el proceso se efectuará a través de una organización autorizada, a excepción de que el trámite se haga entre familiares.
El texto establece además el procedimiento que se debe seguir para el cambio de nacionalidad de los menores para la de los padres o la conservación de la nacionalidad del niño.
Igualmente, se obliga a aquellos que aspiran adoptar un niño ruso, a tomar un curso especial de preparación y facilitar un informe psicológico sobre sus habilidades como padres.
Datos oficiales revelan que durante los últimos 10 años padres adoptivos estadounidenses han asesinado a 19 niños rusos y varios más han muerto a causa de accidentes y enfermedades.
En julio de 2011 había sido suscrito un acuerdo en Washington que fue presentado a la Duma Estatal rusa en marzo pasado, luego de que en abril de 2010 se hiciera el anuncio estatal de suspender las adopciones entre los dos países.
Pese a esto, un nuevo tratado se hizo necesario para regular a las agencias encargadas de tramitar las adopciones. La ley regula el proceso de adopción y fija un mecanismo de control de las condiciones de vida y educación de los niños rusos en familias adoptivas.
Fuente: Telesur
