La adopción, un gran acto de amor

La adopción se define técnicamente como una medida de protección a través de la cual, bajo la vigilancia del Estado, se establece, de manera irrevocable, la relación paterna filial entre personas que no la tienen por naturaleza.

Es un gran acto de amor que le garantiza a los niños la posibilidad de tener una familia y asegura a los niños el sagrado derecho de crecer con bienestar.

Artículo publicado en el diario colombiano El Universal.-

Es, de hecho, la última medida que se toma para decidir el presente y el futuro de más de 64 mil niños que carecen de un hogar, y están bajo protección del ICBF, pues por principio, todos los niños debieran vivir en su hogar biológico.

El proceso de adopciones en Colombia es sólido, ceñido a las normas legales nacionales e internacionales sobre protección de derechos. Cumple con los requerimientos de la convención internacional de la Haya y de todos los países firmantes,  y, es considerado como modelo en varias naciones latinoamericanas.

Colombia aplica modelos mixtos con Casas de Adopción en una práctica legítima y seria, que genera confianza. Cumple con todos los estándares, está regulado por el Estado y a través del ICBF garantiza seriedad y cumplimiento. Son instituciones de reconocimiento y trayectoria.

De 15 millones de niños y adolescentes, el ICBF atiende a 8 millones con todos tus programas. De 64 mil niños a quienes les han vulnerado sus derechos, casi 54 mil han sido reintegrados a su hogar y a otros 11 mil se les ha declarado en adoptabilidad. El año pasado, 2 mil 700 niños fueron entregados en adopción, el 52% de ellos a familias extranjeras y el 48% a familias colombianas.
En el primer semestre de este año quedó definido un nuevo protocolo de restablecimiento de derechos y se inició la revisión de 1.300 procesos que conducen a la adopción. La inversión en procesos de protección este año es de 567 mil millones de pesos.

Por eso, el país debe valorar en toda su dimensión la política de adopciones, por el derecho de los niños a tener una familia y vivir protegidos y felices.

Hoy, el ICBF trabaja con una nueva gerencia de autoridades competentes que son el soporte del trabajo que adelantan los Defensores de Familia, quienes actúan en una línea jurídica concreta para evitar la vulneración de los derechos de miles de niños.

A partir del restablecimiento del  derecho a tener una familia, el ICBF participa activamente tanto en la definición jurídica de la situación de los niños para adoptabilidad, como en la selección y asignación de familias idóneas que ofrezcan ambientes de comprensión, amor y cariño.

No se trata solo del rigor jurídico: son acciones para construir fuertes lazos de amor.  Prueba de ello es que, en su mayoría, los procesos de adopción en Colombia son exitosos, hasta el punto de que en los últimos años, más de 29 mil niños han cristalizado el sueño de tener un hogar, en el país o en el exterior.

El ICBF trabaja siempre para mejorar y hace 7 meses, inició una labor de ajuste y renovación, con más recursos para atender a 8.5 millones de colombianos, y con el propósito de lograr resultados que se conviertan en derechos.

En esa práctica, el Sistema de Protección se ha fortalecido, y se procede con prudencia pero con rigor para evitar que haya vulneración de derechos. No lo olvidemos: los niños son sujetos de derechos. No son objetos. Y deben ejercer el sagrado derecho de crecer con bienestar.

Se hace un llamado a la sociedad para que apoye al ICBF en estas acciones destinadas a que los niños que lo necesitan, puedan construir su mejor proyecto de vida en el marco de la adopción, como una máxima expresión de amor y solidaridad.

Fuente: El Universal Colombia

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