Destello de esperanza

Con la finalización del proceso de adopción [en Guatemala] de Daniel por la familia Hooker comienza un nuevo capítulo en esta larga espera, caracterizada por estancamientos, frustraciones y cientos de niños y niñas sin llegar finalmente a alcanzar su “sueño” de una familia.

El brusco alto a los procesos de adopciones internacionales en el 2007 creó un abismo que separó y se llevó la esperanza de muchos pequeñitos de llegar a tener una familia, continuando así la vulneración a ese sagrado derecho.

Vemos con positivismo los cambios de la nueva Ley de Adopciones, los controles y la lucha por levantar y limpiar la dignidad de la noble institución de la adopción. Sin embargo, dentro de esa evolución muchos de estos niños quedaron en la oscuridad legal, pero se sigue avanzando. Prueba de ello es que una familia, después de años de espera, gastos y una inversión emocional incalculable, finalmente logra su sueño de ser una familia para Daniel.

Esto no significa que se hayan abierto las adopciones internacionales, sino solo se concluye con las que ya se habían iniciado y cumplían con los requisitos legales. ¿Será esta una esperanza para los otros niños y niñas que aún esperan? ¿Quién responderá por los efectos emocionales de este impasse?

Puedo ver los rostros de los pequeñitos que siguen creciendo separados de personas con intenciones nobles que pueden brindarles una mayor calidad de vida, dispuestos a recibirlos como hijos.

Aunque en Casa Bernabé tratamos de brindar todo lo necesario y con excelencia, nada en este mundo puede reemplazar el amor y calor de una familia. Hace cinco años, cuando preguntamos a nuestros niños —que no contaban con una familia biológica— qué era lo que más anhelaban, a menudo la respuesta era: “Quiero tener una familia adoptiva”. Hoy las respuestas han cambiado y, por ende, nuestros programas, considerando que muchos de quienes hoy ingresan en nuestros hogares estarán con nosotros hasta cumplir la mayoría de edad o más allá.

Nos unimos a la misión del Consejo Nacional de Adopciones de contribuir al fortalecimiento del sistema de protección integral, garantizando la restitución del derecho de la niñez y adolescencia a crecer y desarrollarse en el seno de una familia. Aunque nos alegramos que haya movimiento en el ámbito internacional, es hora que más y más guatemaltecos se levanten con una nueva disposición hacia la adopción y tomen este lindo e incomparable compromiso de amor.

Fuente: Prensa Libre

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