Cómo manejar comentarios indiscretos

Un interesante artículo escrito por Margarita Muñiz Aguilar, del Instituto Familia y Adopción

Cuando es obvio y evidente que nuestros hijos son adoptados muchas personas se sienten con el derecho de hablar de este tema con nosotros aunque no nos conozcan. Muchos de estos comentarios pueden ser bienintencionados, pero pueden herir a nuestros hijos. Otros son claramente malintencionados, especialmente  cuando son comentarios que hacen los niños entre ellos mismos o a nuestros hijos.

Tenemos que encontrar la mejor forma de manejar estos comentarios porque nuestros hijos aprenderán a hacerlo ellos mismos escuchando nuestras respuestas. También es importante hablar claramente con ellos de estas situaciones para enseñarles  estrategias que les ayuden a gestionarlos directamente cuando no estemos nosotros presentes.

Las respuestas a estas situaciones pueden agruparse en tres tipos:

-Las informativas, que se limitan a dar alguna información sobre nuestros hijos o nuestra familia. Son más apropiadas con personas con las que tenemos contacto.

-Las cómicas o divertidas, que reducen la tensión de  la situación utilizando la ironía o el sarcasmo. Van muy bien si se adaptan a tu temperamento y, sobre todo, al de tu hijo. Cuando la persona que pregunta es un familiar o un amigo puede ser malinterpretada.

-Las protectoras de la intimidad, que son respuestas dirigidas a proteger la privacidad de nuestro hijo y nuestra familia, cortando la conversación. Se plantean generalmente en forma de pregunta. Funcionan muy bien ante situaciones difíciles. Con familiares y amigos pueden parecer bruscas.

Lo principal a tener en cuenta cuando tengamos que responder a preguntas indiscretas es lo siguiente:

  1. Considerar el punto de atención. Los niños, en estos casos, sienten como si un foco los estuviese iluminado. Cuando contestes, asegúrate que con tu respuesta el centro de atención pase de tu hijo a vuestra familia.
  2. Observar al niño antes de contestar. Considera su forma de ser y su temperamento y piensa como reaccionará a tu respuesta. Una respuesta cómica te puede parecer graciosa a ti, pero no a tu tímido adolescente.
  3. Asegúrate de que tu respuesta en ningún momento refuerce un mensaje negativo que pueda contener la pregunta.
  4. Verte responder en situaciones difíciles ayudará a tu hijo a responder en situaciones similares. Varía las respuestas que des, para que aprenda también a proporcionar respuestas diferentes.

Cuando nuestros hijos nos ven gestionar adecuadamente los comentarios relacionados con la raza o la adopción aprenden a tener también la confianza necesaria para manejarlos y superarlos por ellos mismos.

 

 

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