¿Como enseñar con el ejemplo?

Uno de los procesos más determinantes para el desarrollo de las personas es el aprendizaje. En función de lo que aprenden nuestros hijos irá su capacidad para adaptarse y sobrellevar un mundo cada vez más complejo.

Dentro de las variadas formas o mecanismos de que se valen para aprender se encuentra la imitación de la conducta de los demás. Este mecanismo recibe el nombre de aprendizaje por modelamiento, y es una de las herramientas más rápidas y poderosas para incorporar nuevas formas de enfrentar los retos que les plantea la vida.

El proceso por el cual pasan las personas desde que nacen hasta que mueren recibe el nombre de ciclo vital y el mismo está compuesto de varias etapas las cuales deben ser enfrentadas. Cada una trae sus propios retos y, sobre todo, la demanda de habilidades para hacerles frente. Esta es la primera pista que debemos tomar en cuenta los padres para saber qué enseñar y cómo aprovechar la poderosa herramienta de modelar comportamientos que puedan ser imitados por nuestros hijos.

Las etapas más demandantes desde el punto de vista del aprendizaje y del papel que debemos jugar los padres son la infancia, la niñez y la adolescencia. Las dos primeras terminan alrededor de los 12 años y la adolescencia por lo regular comienza más o menos a esta edad y termina cerca de los 18 años.

Lo primero que debemos hacer para enseñar en base al modelamiento (enseñar con el ejemplo) es respondernos a ¿qué vamos a enseñar? Ante esta interrogante pueden surgir varias respuestas, entre ellas:

• Enseñar valores.

• Enseñar habilidades que permitan enfrentar situaciones cotidianas. Para enseñar valores en base al ejemplo debemos partir de cuáles son los principales y más necesarios desde el punto de vista de la etapa en que se encuentran nuestros hijos. Durante los primeros doce años los principales valores que deben incorporar nuestros hijos son:

• El orden
• La obediencia
• La sinceridad

Estos constituyen la plataforma que servirá de base para que luego puedan incorporar otros que son más complejos, como la Para enseñar los valores antes mencionados es fundamental que tengamos en cuenta las siguientes recomendaciones:

1. Presentar las ventajas del orden, la obediencia y la sinceridad.
2. Practicar estos valores en presencia de nuestros hijos cada vez que se nos presente la oportunidad.
3. Invitarlos a que traten de actuar lo mas parecido a como lo hacemos nosotros.
4. Invitarlos a que descubran la forma de hacerlo como ellos quieran hacerlo, pero sin dejar de hacerlo nosotros.
5. Observar cualquier conducta o manifestación que se aproxime a los valores que queremos enseñar y realizar un comentario positivo.
6. Observar cualquier conducta o manifestación que se aleje de los valores que queremos enseñar y presentarles las desventajas de seguir haciéndolo de esa forma.
7. Evitar la incoherencia, es decir, hacer todo lo contrario de lo que estamos predicando.
8. Evitar transmitir mensajes confusos, vagos o contradictorios que lejos de incentivar la adopción del valor que deseamos enseñar, terminen confundiéndolos.

Este método se puede aplicar con otros valores, como son el pudor y la prudencia, los cuales son importantes para el proceso de socialización de los niños. Es importante también realizar un inventario de las habilidades o faltas que observamos en nuestros hijos, con la finalidad de aplicar el mismo procedimiento.

Si en nuestra condición de adultos no tenemos las habilidades requeridas que queremos transmitir, podemos exponer a nuestros hijos a otros  odelos que las reúnan y que puedan influir favorablemente en ellos. Lo fundamental aquí es tener claro las necesidades de nuestros hijos para sobre esa base proceder con los métodos que les ofrezcan la mejor respuesta.

Fuente: Creciendo en Familia
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