Los padres se rebelan contra el precio de los informes de seguimiento

Numerosos padres de niños adoptados en el extranjero se han rebelado contra la Junta de Andalucía al negarse a pagar los informes de  seguimiento a la empresa Eulen Servicios Socio Sanitarios, a los que la Consejería de Salud y Bienestar Social adjudicó en concurso la formación, información, valoración y seguimiento en los procesos de adopción. Ese grupo de padres pide a la Junta que realice los informes de seguimiento de los niños con sus propios medios, sobre todo después de que los precios se dispararan un 64% en 2010, al subir la tarifa de 163 a 268 euros.

En Andalucía hay más de mil niños adoptados en el extranjero. Rusia y Kazajistán exigen informes anuales de seguimiento de los pequeños hasta que éstos cumplen 18 años; Etiopía hasta los 15 años; China pide sólo dos informes y Bulgaria cuatro semestrales durante los dos primeros años de adopción.

La rebelión de los padres ha surtido efecto, ya que la Consejería de Salud y Bienestar Social renovó el pasado septiembre el convenio con Eulen y modificó las tarifas de los informes de seguimiento, reduciéndolas un 43%. Así, su precio pasa de 268 a 153 euros sólo dos años después de que los hubiera subido un 64% por los recortes presupuestarios.

Advertencia de la Junta
La Junta esgrime la crisis para rebajar las tarifas, obviando así las protestas de las familias adoptantes. «Con esta medida –dice– se espera facilitar que las familias adoptantes puedan dar cumplimiento a las obligaciones postadoptivas a las que se comprometieron formalmente con los países de origen de sus hijos y se evite el que alguno de ellos, ante el reiterado incumplimiento por parte de algunas familias, decida no admitir nuevos expedientes provenientes de familias andaluzas, cerrando las puertas a la adopción».

El Gobierno andaluz advierte además a los padres que se nieguen a realizar los informes de seguimiento a través de Eulen de los problemas que
podrían tener con los países donde adoptaron, ya que ante ellos se comprometieron a enviar periódicamente informes de los niños. Sobre la gratuidad que exige algunas familias, la Junta argumenta que «ya conocían con antelación que estos informes de seguimiento seguimiento
tendrían un coste económico que deberían asumir».

Los informes de seguimiento que muchos países de origen exigen hasta los 18 años nunca han sido sufragados por la Junta y hasta 2008 eran realizados con frecuencia por un turno de colegios de Trabajadores Sociales, que cobraban unos 80 euros por informe. En 2008 la Junta adjudicó a Eulen algunos servicios de postadopción, fijando en 163 euros la tarifa de los informes (el doble de lo que cobraban los trabajadores sociales). En 2010, la Junta subió el precio a 268 euros, lo que provocó otro aluvión de quejas porque los trabajadores de Eulen ni siquiera visitaban la casa de los padres adoptantes para conocer el lugar donde vivían los niños. A raíz de esas quejas, Eulen comenzó a visitar los domicilios familiares.

Informes de idoneidad
La Junta no ha ejecutado la decisión de rebajar el precio de los certificados de idoneidad que los padres deben presentar en los países donde ha solicitado una adopción. Ese informe cuesta 802 euros y prescribe a los tres años.

El problema es que el período medio para lograr la adopción es de tres a cuatro años desde que se tiene el certificado de idoneidad, lo que obliga a muchas familias a renovarlo y desembolsar, por lo tanto, otros 802 euros. La Junta argumenta que los padres pueden decidir por un país u otro en función del tiempo de espera media para adoptar.

Caen las adopciones internacionales
En 2011 se tramitaron 255 expedientes de adopción internacional en Andalucía, un 40% menos que en 2010, cuando se registraron 638, según la Consejería de Salud y Bienestar Social. En el primer semestre de 2012 se tramitaron 96 expedientes, un 37,3% menos que en el mismo periodo de 2011.

La caída de adopciones se explica por la crisis y el alto coste que tienen –7.000 euros en Colombia y 20.000 euros en Rusia–, así como por los
conflictos bélicos de algunos países o el cierre a la adopción de otros países (Mali o Marruecos).

Fuente: ABC Sevilla

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