La justicia francesa reabre el lunes el caso de la ONG «Arca de Zoé», que intentó en 2007 llevarse de Chad a 103 niños en una opaca evacuación «humanitaria». Seis miembros de la ONG habían sido condenados.
Enviados posteriormente a Francia, donde sus penas se transformaron en ocho años de cárcel, fueron liberados en marzo de 2008 tras la medida de gracia otorgada por el presidente chadiano, Idriss Deby, y ahora su caso llega al Tribunal Correccional de París.
El presidente de la asociación, Éric Bretau, y su compañera, Emilie Lelouch, que viven actualmente en Sudáfrica, han anunciado que no comparecerán en el proceso, por el que los imputados podrían recibir penas de hasta 10 años de cárcel.
Los cargos que se les imputan son los de ejercicio ilícito de mediación de adopción, estafa y cooperación para la estancia irregular, y el proceso está previsto que dure hasta el 12 de diciembre.
Los otros cuatro acusados son el médico Philippe van Winkelberg, el responsable de logística Alain Péligat, la periodista Agnès Pelleran y Christophe Letien, otro miembro de «Arca de Zoé» que se quedó en Francia.
La legalidad de la operación que pretendía llevar a cabo la ONG fue inmediatamente cuestionada en su momento dado que Chad y Sudán no permitían cuando sucedieron los hechos la adopción internacional de menores.
Un total de 358 familias habían pagado entre 2.800 y 6.000 euros para acoger a un niño, y, según la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja, la mayoría de los niños que se pretendía trasladar a Francia tenían parientes.
Además de a los seis franceses, en la abortada operación se detuvo el 25 de octubre de 2007 a siete españoles tripulantes de la compañía Girjet de vuelos chárter.
Todos los detenidos fueron trasladados desde Abéché a Yamena después de que la Corte Suprema de Justicia traspasara la jurisdicción del caso a los tribunales de la capital chadiana.
El entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, viajó a Yamena el 4 de noviembre de aquel año y, tras entrevistarse con su colega chadiano, logró la liberación de cuatro azafatas españolas y de tres periodistas franceses.
Sarkozy llevó a las azafatas españolas en su avión presidencial hasta la base aérea de Torrejón de Ardoz y luego se trasladó a París con los periodistas franceses.
Posteriormente, el 10 de noviembre, regresaron a España los otros tres tripulantes de la compañía aérea Girjet, puestos en libertad después de que el responsable de «Arca de Zoé», Breteau, declarara que no estaban implicados en la operación de traslado de los 103 niños.
En cuanto a las indemnizaciones que fueron condenados a pagar los seis procesados en el juicio en Chad (un total de 6,2 millones de euros), al parecer solo una mínima parte ha sido abonada a los familiares de los niños que se pretendía llevar a Francia.
Según el diario «Le Parisien», que entrevistó a algunos de los familiares y de los ahora ya casi adolescentes, hasta el momento solo han recibido todos ellos 687.000 euros en concepto de indemnización.
Algunos de los entrevistados dijeron a los enviados de ese diario a varias aldeas de Chad que desconocían que los seis condenados habían sido trasladados a Francia y que posteriormente habían sido puestos en libertad.
Fuente: Noticias Terra
