Buen padre, buena madre

Interesante artículo de Susana García Gutiérrez – Coach Profesional, 1ª Coach de Familias Monoparentales.

¿Has utilizado alguna vez esta expresión? ¿Crees que realmente alguien tiene la respuesta exacta sobre quién es buen padre o buena madre?, ¿se definiría «buen padre o buena madre» igual en Madrid, Singapur, Egipto o Japón?

Te voy a contar una historia que ya hace tiempo leí en el libro «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva» de Covey :
“Un domingo en la mañana la gente estaba tranquilamente sentada, leyendo el periódico, perdida en sus pensamientos o descansando con los ojos cerrados. La escena era tranquila y pacífica.
Entonces, de pronto, entraron en el vagón un hombre y sus hijos. Los niños eran tan alborotadores e ingobernables que de inmediato se modificó todo el clima.
El hombre se sentó junto a mí (dice Covey) y cerró los ojos, en apariencia ignorando y abstrayéndose de la situación. Los niños vociferaban de aquí para allá, arrojando objetos, incluso arrebatando los periódicos de la gente. Era muy molesto. Pero el hombre sentado junto a mí no hacia nada.
Resultaba difícil no sentirse irritado. Yo no podía creer que fuera tan insensible como para permitir que los chicos corrieran salvajemente sin impedirlo ni asumir ninguna responsabilidad. Se veía que las otras personas que estaban allí se sentían igualmente irritadas. De modo que, finalmente con lo que me parecía una paciencia y contención inusuales, me volví hacia él y le dije: Señor, sus hijos están molestando a muchas personas. ¿No puede controlarlos un poco más?.
El hombre alzó los ojos como si sólo entonces hubiera tomado conciencia de la situación, y dijo con suavidad: Oh, tiene razón. Supongo que yo tendría que hacer algo. Volvemos del hospital donde su madre ha muerto hace más o menos una hora. No se qué pensar, y supongo que tampoco ellos saben cómo reaccionar.»
   
Al empezar a leer, quizá pensaste, ¡vaya un padre! Y al completar la lectura, ¿cómo te sentiste?, ¿qué pensaste entonces?
Esta es una historia cualquiera, seguro que conoces alguna similar. Si juzgas a alguien, lo estás haciendo por lo que ves, sin saber de antemano tres cosas importantes:
– ¿Cuál es la situación real que está viviendo esa persona?
– ¿Cómo se siente internamente ante esa situación?
– ¿Cuáles son las habilidades personales que tiene para afrontarla?
Muchas veces, cuando miras a un padre o a una madre, incluso al padre o madre de tus hijos, estás quedándote en esa calificación: «buen o mal padre», «buena o mala madre». ¿Bueno o malo para quién?, ¿en función de qué visión del mundo?
Esto me recuerda mi propia visión de la relación padres-hijos tan distinta después de ser madre. Cuando era  veinteañera y veía a un niño de 2 o 3 años tirarse al suelo y patalear, llorando desconsolado, miraba a la madre pensando siempre: ¡pobre niño! Una vez que fui madre, tuve la experiencia propia de la etapa de berrinches de mi hijo en esa edad. Desde entonces cuando veo una pataleta semejante suelo pensar: ¡pobre padre o pobre madre!
Las personas toman decisiones y actúan en función de su contexto, aquello que conocen, por mucho que otros pensemos que hay formas mejores de hacer algo. Muchas de esas veces, el otro, simplemente no ve, o se siente sin fuerzas o habilidades para actuar, no sabe qué hacer. Finalmente actúa según le dicta su experiencia.
Ahora bien, que esto no sea una excusa para que una persona se quede en el mismo sitio. Siempre podemos mejorar, buscar aprender nuevas habilidades, abrir nuestra visión. Como decía Covey en su anécdota, una vez que el padre tomó conciencia de la situación y de los efectos que estaba teniendo en los otros, entonces pudo plantearse la necesidad de tomar alguna acción.
Yo también estuve hace años enganchada a estas palabras. Ha hecho falta mucha toma de conciencia y trabajo personal para reconocer que mi definición de «ser buena madre o buen padre» dista mucho de ser la perfecta, para entender que hay tantas definiciones diferentes.
Si tú también has utilizado estas palabras habitualmente, te pido reflexión y toma de conciencia. Si es el padre o madre de tus hijos, es seguro que esto puede ayudarte a abrir vías de entendimiento.
Susana García Gutiérrez – Coach Profesional
1ª Coach de Familias Monoparentales
http://www.coachingatualcance.com/
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