El Ministerio recalca que el interés en la adopción son los niños. XIII Jornadas AI

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha recalcado hoy que el interés que debe salvaguardar la administración en las adopciones internacionales es el de los menores y no el de los padres adoptivos o el de las entidades que participan en este proceso.

Así lo ha subrayado la directora general de Servicios para la Familia y la Infancia del Ministerio, Salomé Adroher, en la apertura de las XIII Jornadas de Adopción Internacional, que se celebran en Logroño organizadas por los gobiernos central y riojanos.
Estas jornadas son un foro de encuentro entre administraciones, las entidades colaboradoras en adopción internacional (ECAIs), organismos internacionales y asociaciones de padres adoptivos.
Adroher, durante su intervención, ha detallado que el año 2004 fue en el que más niños adoptados llegaron a España procedentes de otros países y, desde entonces, el número ha descendido ejercicio a ejercicio y, según sus datos, en España viven unas 50.000 personas que llegaron como menores adoptados desde otros países.
Las comunidades autónomas tienen competencias en estos procesos, en los que intervienen también entidades que trabajan en los países de adopción, las ECAIs, de las que España tiene acreditadas a 42, que actúan en 31 naciones diferentes.
En estos momentos, ha dicho Adroher, es «oportuno poner el foco en las necesidades de los niños» porque, «en muchas ocasiones, el planteamiento que se hace es el del coste económico o el tiempo de espera, que es perspectiva de los padres».
Por eso, ha insistido en que «es importante que empecemos a hablar de los derechos de los niños a vivir en familia y que esta sea encontrada con un proceso regular y éticamente aceptable», algo que no tiene que ver «ni con el interés de las administraciones ni con el de los padres adoptivos, sino con el de los menores».
«La demanda genera oferta en adopción internacional», ha afirmado la directora general, para quien eso hace que «existan casos de presión sobre los países de origen, que aparezcan huérfanos que no lo son, familias forzadas a dar un consentimiento y otras cosas que no deben ser».
Cree que, ante todo ello, los países de acogida tienen una gran responsabilidad, a lo que ha sumado que la adopción internacional se enfrenta a otras situaciones que modifican en poco tiempo los procesos, como el que, «a medida que los países suscriben el Convenio de La Haya, hay más dificultad» ya que «cambian las legislaciones para proteger más los derechos de los menores».
También, «de repente, aparecen nuevos países para la adopción, otros establecen cupos de ECAIS y cupos de niños» y, ante esas situaciones, «nuestro papel es ser enormemente cuidadosos y vigilantes para mantener estándares éticos», ha asegurado.
Fuente: La Rioja.com
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