El 94,59 % de las solicitudes de adopción registradas en 2012 son declaradas idóneas

comunitat valenciana

Nueve de cada diez familias solicitantes de adopción han sido declaradas idóneas por el Consejo de Adopción de la Generalitat Valenciana en 2012, que ha aceptado el 92,24 por ciento de las 335 solicitudes recibidas, frente a las 26 (el 7,76 por ciento) consideradas no idóneas. Por provincias, el 94,59 por ciento de las 37 solicitadas en Castelló han sido aceptado, al igual que el 87,7 por ciento de las 122 solicitudes presentadas en Alicante y el 94,89 por ciento de las 176 de Valencia, según detalló ayer la Generalitat.

En un comunicado, fuentes del Consell explicaron que de las solicitudes presentadas durante este año, 296 corresponden a familias biparentales, con un 93,2 por ciento de idoneidad; treinta a mujeres, de las que se han aceptado el 83,3 por ciento, y nueve a familias formadas únicamente por un varón, con un 88,9 por ciento de idoneidad.

La directora general del Menor, Rosa Aragonés, recordó que la necesidad de valorar la idoneidad de las familias adoptivas se basa en que la paternidad adoptiva «entraña una dificultad añadida, al crear un vínculo con un niño que ha pasado por múltiples dificultades desde su nacimiento».

«Los padres adoptivos no pueden permitirse fallar porque estos menores ya han tenido unos padres que por diversas circunstancias ya les han fallado», añadió Aragonés, quien señaló también que la obtención de la idoneidad es el primer paso que deben dar las familias que quieren adoptar un menor. En el proceso de valoración del Consejo de Adopción de la Generalitat, se tiene en cuenta el realismo del proyecto, que la familia sea consciente de las dificultades que supone una adopción para que después no se vea desbordada o decepcionada.

También se valora la motivación de la familia para comprobar que la adopción no responde a una necesidad de cubrir carencias afectivas ni vacíos existenciales. El objetivo de la administración con este proceso es, según la Generalitat Valenciana, minimizar el riesgo de fracaso de la familia adoptiva con el niño y determinar si las familias estarán preparadas para afrontar y superar el proceso de adaptación mutuo, con el fin de evitar la vuelta del niño a un centro de acogida.

Fuente: www.levante-emv.com

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