Sindrome del niño post-institucionalizado

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¿Cuáles son las secuelas psicológicas más comunes en los niños adoptados ?
La mayoría de los niños adoptados no presentan secuelas psicológicas o únicamente manifiestan leves trastornos afectivo-emocionales y del comportamiento que desaparecen espontáneamente en las primeras semanas de convivencia en el nuevo hogar. Sin embargo, en aquellos niños con una historia de institucionalización prolongada, que han sufrido malos tratos y/o que han sido adoptados por encima de los 6 años de edad, se observa con relativa frecuencia el denominado “síndrome del niño post-institucionalizado”.
Este “síndrome” está originado por la confluencia de diversos factores negativos en edades muy tempranas, como carencias en la alimentación, afectividad, cuidados, supervisión, estimulación sensorio-motora y atención sanitaria. En los niños mayores, se añade la carencia de experiencias educativas.
Este “síndrome” se puede manifestar por la presencia de trastornos de la conducta, trastornos del sueño, trastorno reactivo de vinculación, retraso global o de áreas específicas del desarrollo psicomotor, dificultades de aprendizaje, déficits cognoscitivos y retrasos del lenguaje. Los casos más graves pueden manifestar, además, trastorno de estrés post-traumático, trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad y trastorno de depresión mayor.
Hay que tener presente que, en un número significativo de estos menores, las manifestaciones clínicas del “síndrome del niño post-institucionalizado” pueden estar enmascaradas o agravadas por la existencia de secuelas psicopatológicas debidas a una exposición prenatal al alcohol u otras sustancias y a la exposición ambiental postnatal a pesticidas o plomo.
 ¿Suelen presentar muchos problemas de adaptación en su escolarización?
De la misma forma que se pueden producir problemas de adaptación en el nuevo hogar, también se pueden producir problemas de adaptación en su escolarización. De hecho, estos problemas los observamos con mayor frecuencia, y especialmente en aquellos niños adoptados por encima de los 4 años de edad. Estos problemas de adaptación escolar se deben fundamentalmente a los déficits cognoscitivos que acarrean, a comportamientos de aislamiento y autoprotección adquiridos durante la institucionalización, y a retrasos en la adquisición y desarrollo del nuevo idioma.
Por ello, aconsejamos que la introducción en la sociedad y, en particular, en el sistema escolar, debe ser gradual y ocurrir en el transcurso de semanas o meses (según las características de cada niño), ya que el enviar a un menor post-institucionalizado inmediatamente a la escuela puede ser causa de problemas de socialización. También recomendamos que en cuanto se detecten los primeros problemas de adaptación escolar se tomen precozmente medidas de apoyo pedagógico o psicológico. Solo cuando estos problemas se prolongan en el tiempo se hace necesaria una evaluación profunda y específica por expertos.
 ¿Cuáles son las principales enfermedades que padecen estos niños?
La mayoría presentan retrasos y trastornos leves o moderados del desarrollo madurativo psicomotor y del lenguaje, retraso del crecimiento, trastornos nutricionales deficitarios, enfermedades dermatológicas, trastornos dentales y enfermedades infectoparasitarias, entre las que destacan las parasitosis intestinales y la infección tuberculosa latente. Estos problemas de salud, habitualmente, se han solucionado o recuperado tras el primer año de convivencia con la familia adoptiva.
Sin embargo, hay que tener presente que alrededor de un 10% presenta serios problemas de salud física o mental, en muchas ocasiones no detectados, reconocidos o sospechados antes de la adopción. Destacan el síndrome alcohólico fetal, trastornos globales y severos del desarrollo madurativo, trastornos emocionales y psicopatológicos, problemas de visión y audición, anomalías congénitas prenatales, endocrinopatías, hemoglobinopatías, e infecciones por los virus de la hepatitis B o C.
Estas enfermedades están originadas principalmente por la existencia de tres factores de riesgo. Primero, por el hecho de vivir institucionalizados, en unos entornos y ambientes inapropiados en los que reciben unos cuidados caracterizados por una deprivación nutricional, afectiva y psicosocial, y por una atención médica preventiva y curativa ausente, limitada o no especializada. Segundo, por las secuelas físicas y psicológicas producidas por los diversos motivos que condujeron a la institucionalización (abandono en edad temprana, negligencia cronificada en todas las áreas, maltrato físico, sexual y/o emocional, explotación, etc.). Y en tercer lugar, por las secuelas físicas y neurosensoriales producidas por factores previos a la institucionalización, entre los que sobresalen el antecedente de maltrato prenatal (ausencia de cuidados prenatales, infecciones de transmisión vertical, consumo de drogas, alcohol y/o tabaco, etc.), el hecho frecuente de nacer prematuro, de bajo peso y/o sin atención médica, el ausente o inadecuado cuidado médico preventivo y/o terapéutico de las enfermedades, la existencia de enfermedades infecciosas endémicas y problemas de salud ambiental del país de origen, y los problemas de salud heredados monogénicamente en determinadas razas o etnias.
 Consejos para los nuevos padres si el niño/a no corresponde a sus muestras de cariño.
Aconsejamos que desde el primer contacto con el niño le ofrezcan cariño y entrega, pero que tengan paciencia, sean prácticos y eviten el estrés. En los primeros momentos, es frecuente que los padres estén preocupados porque sus afectos se vean rechazados. Deben tener presente que el niño puede no asimilar una situación muy afectiva porque nunca antes la había recibido o porque su área cognoscitiva no la percibe con claridad, lo que le provoca una reacción de “estar a la defensiva”. Los padres deben ser conocedores y estar preparados para esta potencial experiencia provocativa del menor. Solo cuando esta “actitud defensiva” del niño se prolonga en el tiempo se hace necesaria una evaluación por expertos.
Dr. Gonzalo Oliván Gonzalvo.

Universidad Internacional de Cataluña

Fuente: blog Adopcion2010
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