Lactancia adoptiva ¿sabías que sí se puede?

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Lo que puede parecer tan natural a una madre biológica, como alimentar a su hijo con su leche, es más complicado, pero posible a una madre adoptiva. Es importante que el equipo de Atención Primaria pueda ofrecer consejería y apoyo a las madres que quieran hacerlo. Tanto la Academia Americana de Medicina Familiar como la de Pediatría recomiendan ofrecer este apoyo a las madres adoptivas1,2. Algunas publicaciones describen la experiencia de madres que inducen lactancia sin un embarazo previo o habiendo amamantado previamente, meses o años antes3,4

Revisaremos algunas de estas recomendaciones:

Antes de la llegada del niño

Es recomendable, antes de la llegada del niño conversar con los padres sobre las expectativas y razones por las cuales quieren hacer lactancia adoptiva. Es importante dejar claro que la meta no debe ser llegar a lactancia exclusiva sino vivir una experiencia de cercanía con su hijo, donde se estimularán sus hormonas (ocitocina y prolactina) que le facilitarán el vínculo con el niño. Además, aun cuando la leche sea poca, le aportará algunas substancias únicas de la leche materna, que además de alimentarlo, lo protegerán.
Durante la gestación la mujer presenta cambios hormonales que van preparando a la mama a producir calostro y leche. Como la madre adoptiva no vive este proceso, algunas personas recomiendan imitar los cambios propios de la gestación por algunas semanas, con anticonceptivos combinados, los que se suspenden al momento de querer iniciar la lactancia. No hay ninguna evidencia de que esto sea necesario, dado que es perfectamente posible iniciar lactancia adoptiva solo con la succión del niño. La recomendación más importante sería el estímulo de los pezones previo a la llegada del niño5.

Los galactogogos no son indispensables para inducir lactancia

Existe la tentación de usar diferentes medicamentos galactogogos que aumentan la prolactina con lo que podrían acelerar el proceso, pero esto no es indispensable). Algunos protocolos los usan desde el período previo a la llegada del niño, imitando el alza de prolactina propia de la gestación, y otros luego de la llegada del niño5. No existe ninguna publicación que avale su uso en madres adoptivas y las que describen su uso en mujeres con dificultades de lactancia son de una calidad muy pobre6,7,8.

Como iniciar la lactancia adoptiva

La lactancia adoptiva depende más del niño que de la madre. La mama de cualquier mujer, frente a la succión va a determinar un alza de prolactina, hormona que estimula la producción de leche y ocitocina, hormona que estimula la eyección de esta leche. Es el vaciamiento de esta leche lo que va a permitir que se vaya aumentando la producción. Lo clave por lo tanto, es el que un niño, que probablemente ha sido alimentado con mamadera y chupete por semanas o meses, quiera iniciar la alimentación el pecho de la madre adoptiva. Si el niño quiere succionar de la mama, se adjunta una sonda al pecho, por donde se le administra la fórmula láctea que estaba recibiendo. Así, se alimenta y estimula la producción de la mama. El volumen suplementado se va reduciendo a medida que la mujer aumenta su producción. Si el niño no quiere mamar inicialmente, se le sugiere a la madre que lo tenga piel con piel y le permita, sin presión usar su pezón como chupete. Para alimentarlo se le ofrece la leche sosteniendo el niño junto al pecho, con sonda al dedo. Esto lo educa en la succión que le ayudará a acoplarse a la mama y paulatinamente se va cambiando dedo por pezón.

La mujer que induce lactancia no experimenta los cambios mamarios propios de la gestación, por lo que el pezón no se encuentra pigmentado y puede irritarse fácilmente si no se usa una técnica adecuada. Es importante el equipo de salud la ayude en la técnica adecuada de amamantamiento y en el uso de algún lubricante como crema de matico o lanolina.

Si la mujer ha amamantado con anterioridad, se puede observar presencia de leche en los primeros siete días; si es su primera experiencia, ésta aparece en general durante la segunda semana. En las madres adoptivas la producción de leche sigue aumentando aún hasta el sexto mes. La mayoría de estas mujeres logra amamantar a sus hijos adoptivos aportándoles con su leche al menos el 50% de sus requerimientos, pero algunas, especialmente quienes lo hicieron con anterioridad, llegan a lactancia exclusiva. Todas las mujeres que viven la experiencia valoran la mayor cercanía con el niño como el logro más importante.

Resumen
La lactancia adoptiva es posible. Si sabemos de alguien que quiere adoptar un niño podemos ofrecerle consejería para que lo haga. La clave es que el niño mame y esto se logra poniéndolo piel con piel, con ayuda de un suplementador o sonda al pecho y con Mucha Paciencia.

Autor: Dra. Verónica Valdés L. Docente Departamento de Medicina Familiar PUC
Editor: Dra. Luz Montero Docente del Departamento de Medicina Familiar PUC

Fuente: Medicinafamiliar.uc.cl

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