Málaga, ejemplo de solidaridad para las adopciones difíciles

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Málaga es una provincia eminentemente solidaria. Se demuestra a diario, en comedores sociales, repartos de comida a indigentes y ayuda a los que más lo necesitan. Pero además, Málaga es solidaria a la hora de adoptar a niños con necesidades especiales, aquellos con más dificultades de encontrar un hogar por sus características. Estas los diferencian del resto y los hacen aún más vulnerables. Normalmente son pequeños con enfermedades crónicas o que tienen hermanos, lo que dificulta más una adopción sencilla.

El año pasado el Servicio de Protección de Menores de la Junta recibió documentación para dar en adopción a un total de 41 niños, de los que consiguieron que 29 tuvieran antes de que acabara el año una familia. El resto no encontró un hogar porque, o bien no respondían al perfil de las familias, o habían encontrado alguna dificultad administrativa.

De estos 29, 19 se quedaron en Málaga y los otros diez viajaron a otras provincias de la región, ya que no hay fronteras entre unas y otras dentro de la comunidad autónoma.

Catorce de los diecinueve niños que se quedaron en Málaga eran pequeños con necesidades especiales, el resto eran niños considerados «sanos». De los diez que viajaron a otras provincias, sólo uno era uno de estos niños de características distintas. Y de esos catorce, diez vinieron desde otros puntos de Andalucía, lo que confirma el perfil solidario de los malagueños.

El registro andaluz para las adopciones nacionales, además de ser gratuito, se encuentra en una lista en la que los demandantes se inscriben y optan a los niños por antigüedad. En la actualidad, los pequeños que están siendo acogidos son los de los progenitores que se inscribieron en 2009. Sin embargo, los niños inscritos como de necesidades especiales están logrando ser adoptados en el mismo año en que los posibles padres así lo han manifestado.

Según el jefe del Servicio de Protección de Menores de la Junta en Málaga, Isidro Ramos, aunque los datos son estadísticos y no representativos, la solidaridad malagueña se repite con respecto a otros años. Alerta de que la tendencia se mantiene y sitúa a las familias demandantes de la provincia como empáticas y desinteresadas. Y es que ese principio se altera cuando prima el interés superior por el menor. «Para el niño sano tenemos familias de sobra, para el de necesidades especiales cuesta mucho más trabajo», añade.

Dentro de los casos de necesidades especiales, la mayoría corresponden a grupos de hermanos o edades superiores a los siete años. Solo un cinco por ciento responde a casos de niños con problemas médicos o antecedentes familiares serios.

Según Bienestar Social, muchas de estas familias hacen una aceptación global del perfil y deciden si aceptan la adopción de un niño con necesidades especiales, aunque siempre demarcando cuáles, es decir: pueden elegir a grupos de hermanos pero no niños con problemas crónicos, o chicos con antecedentes familiares pero no que sean mayores de siete años. Tras rellenar la solicitud, los adoptantes son estudiados pormenorizadamente hasta que se les declara idóneos o no. Por ello, tienen en cuenta el perfil familiar, el social y el individual. «Nosotros ponemos toda la carne en el asador, pero se les deja claro lo que se van a encontrar, que no se vayan a equivocar. En este tipo de familias al final prima que quieren ser madres y o padres y no les importan las circunstancias del pequeño», apunta.

El perfil de estas parejas dista del de las demás. No rondan los treinta años, sino que son personas más maduras y con una vida estable, de hecho, algunos tienen hijos biológicos y quieren contribuir aportando su granito de arena, aunque para el resto, más que un grano, sea una montaña repleta de oportunidades.

Adopma critica el ‘cierre’ de Bulgaria

La Asociación de Adopciones de Málaga (Adopma) asegura que la crisis económica ha reducido en más del 50% las solicitudes de adopción internacional unido, lo que se suma al endurecimiento de los requisitos de algunos países y al cierre de otros. Según su presidenta, Adriana Alba, en los últimos días ha recibido numerosas llamadas y se ha generado una situación de «desesperación» en muchas familias que tenían intención de iniciar los trámites en Bulgaria, debido a un anuncio de la Junta de Andalucía que se procedía a cerrar este país y no admitir más expedientes. Así, asegura que finalmente alcanzaron un acuerdo a través del cual se admitirán expedientes en lista de espera y se aceptarán conforme se resuelvan los que hay actualmente en curso.

Fuente: laopiniondemalaga.es

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