Australia pide disculpas por las adopciones forzosas

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La primera ministra de Australia, Julia Gillard, pidió este jueves disculpas por las adopciones forzosas que se realizaron entre las décadas de 1950 y 1970, una práctica mediante la que se presionó a madres solteras para que entregaran a sus bebés en adopción.

«Hoy este Parlamento, en nombre del pueblo australiano, asume la responsabilidad y pide disculpas por las políticas y prácticas que forzaron la separación de las madres de sus bebés, lo que creó un legado de toda una vida de dolor y sufrimiento», dijo Gillard.

En medio de los sollozos de algunas de las 800 víctimas que presenciaron este acto en el Parlamento, Gillard pidió disculpas porque se les negó a estas madres información sobre sus derechos para que pudieran tomar una decisión consciente sobre las adopciones de sus bebés, así como los cuidados y apoyo para seguir adelante.

«A ustedes se les dieron falsas garantías, fueron forzadas a soportar la coerción y brutalidad de prácticas que no fueron éticas, deshonestas y en muchos casos ilegales», acotó Gillard, al referirse a muchas madres de todos los estratos sociales y grupos étnicos que sufrieron por esta política, que llevó a algunas víctimas al suicidio.

Gillard anunció que se destinarán 5,2 millones de dólares (4 millones de euros) para permitir el acceso a las redes de especialistas, atención mental y acceso a los registros de adopción, además de 1,6 millones de dólares (1,2 millones de euros) para una muestra especial en los Archivos Especiales.

Antes de esta ceremonia, la directora de la Alianza por las Disculpas, Christine Cole, quien dio en adopción forzosa a su hijo en 1969, dijo que es un «día histórico» para ella y aquellos que han venido trabajando desde 1994 para que se pidan disculpas a las víctimas, según la cadena local ABC.

Cole comentó que esa «cruel» práctica «criminal» supuso «un secuestro de niños, un secuestro de recién nacidos» que eran separados inmediatamente de sus madres tras el parto, mientras a las mujeres se les drogaba con fuertes barbitúricos y se les obligaba a firmar los documentos de adopción.

Esta práctica implementada por el Ministerio de Salud de Australia respondía al estigma que pesaba sobre las madres solteras y la aparente falta de recursos que éstas tenían para mantener a los niños, muchos de ellos entregados en adopción sin documentos, lo que imposibilita trazar sus orígenes.

Las disculpas oficiales se dan después de que una investigación del Senado australiano revelara que entre 1951 y 1975 se realizaron más de 150.000 adopciones, aunque se desconoce con exactitud cuántos bebés fueron arrancados por parte de organizaciones religiosas y agencias de adopción de los brazos de sus madres en ese período.

Los estados de Australia Occidental, Tasmania, Queensland, Victoria, Nueva Gales del Sur y Australia del Sur ya han pedido perdón de manera formal a las víctimas de las adopciones forzosas.

Fuente: diariodenavarra.es

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