Adoptar, cada vez más difícil

adopción internacional

Los extremeños no van a poder solicitar la adopción de niños etíopes durante una temporada indeterminada. La decisión hecha pública por la Junta en el Diario Oficial de la región el jueves pasado se repite en todo el país, porque responde a un acuerdo entre comunidades autónomas para aliviar el atasco de adopciones que se ha producido en el país africano. Un tapón que se produce porque en esa nación cada vez se tarda más en resolver las solicitudes por la cantidad de demandas recibidas y las trabas que viene imponiendo su Gobierno a la adopción internacional.

No se verán afectados por esta determinación quienes hayan iniciado sus procesos de solicitud en la región antes del 9 de julio pasado.

La medida supone una restricción más para las familias extremeñas que en el último año han visto cómo también se veta la adopción en Mali por causa de la guerra y en Ucrania porque se detectaron irregularidades. En el caso concreto de Etiopía el tapón que se pretende aliviar con el cese temporal se ha producido después de que su Gobierno haya estado dando facilidades durante años a la hora de adoptar, una circunstancia que animó a muchas parejas de todo el mundo a solicitar allí su bebé porque tardaba menos tiempo en llegar que de otros sitios.

La decisión responde igualmente al interés por proteger los derechos de los menores tal y como se recoge en el Convenio de La Haya firmado en 1993 y, con ello, al deseo de dotar de la mayor transparencia posible los procesos de adopción internacional, que es a los que más se acude. La restricción se levantará en el momento en el que la situación del país sea nuevamente analizada por la Comisión de directores generales con competencias en materia de infancia y familia, o en el momento en que existan elementos suficientes que justifiquen la modificación o revocación.

La Asociación de Familias de Adoptantes de Extremadura (Afadex) cree que la medida es positiva, sobre todo porque garantizará limpieza en los procesos.

«Ha habido países como Vietnam en los que se detectaron irregularidades», aseguró su presidenta Pilar Mayo, que precisamente espera un crío etíope desde hace tres años.

La portavoz de Afadex recordó que la misma determinación se tomó con China hace un tiempo ante la saturación de solicitudes por parte de adoptantes.

«Adoptar en Etiopía era rapidísimo hace unos años, hasta el punto que daban luz verde hasta 50 ó 60 expedientes diarios de gente de todo el mundo, pero el propio país impuso nuevas medidas que ralentizaron el proceso y llevaron a a resolver tan solo una decena de expedientes al día. En China también se aplicaron cambios y se pasó a tardar hasta seis o siete años de espera para adoptar».

En estos momentos China, Rusia y Colombia son los países a los que más acuden los extremeños a la hora de adoptar, según los datos proporcionados por la Junta de Extremadura y Afadex. Lo hacen porque aunque cuesta más dinero (la adopción nacional es gratuita) la espera es menor: entre tres y cinco años frente a los seis o más que pueden transcurrir en España y otros países hasta tener el niño en casa.

Bebés hasta 2 años

Bolivia, México, Brasil, India y Perú son los otros lugares de origen desde los que han llegado pequeños a Extremadura en el último año, aunque en mucha menor medida que respecto a los citados anteriormente como los que encabezan las preferencias.

En cualquier caso, los tiempos de espera entre la adopción externa y la interna se van igualando cada vez más por esas restricciones que imponen los gobiernos de origen.

Tardar más o menos tiempo en tener en casa a un nuevo miembro depende en buena medida de que se desee un bebé sano de hasta dos años, que es lo que casi todos los padres quieren, o que esté por encima de esa edad, que se solicite la adopción junto a sus hermanos o que no importe que tenga alguna enfermedad. En estos tres últimos casos los hijos llegan antes.

Independientemente de las preferencias, la realidad es que las adopciones se han rebajado mucho en los últimos años en el territorio nacional y también en Extremadura. La razón no se achaca sólo a la crisis sino también a la laxitud en los procesos.

«La crisis ha influido en que haya menos adopciones pero no tanto por lo que puede suponer la tramitación y viajes al país de origen sino porque sacar adelante un niño cuesta dinero», apunta Mayo que, no obstante, cree que en esa disminución de la demanda cobra más peso la tardanza en resolver los procesos.

Fuente: Hoy.es

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