La acogida familiar paso a paso

acogimiento familiar

Modalidades de acogimiento:

El simple está pensado para los niños que tienen una alta probabilidad de retorno con sus padres. Es temporal y no puede superar los dos años (en los bebés no suele superar los seis meses). Dentro de éste se encuentra la acogida urgente, en la que las familias se comprometen a estar disponibles las 24 horas del día para acoger a cualquier niño que lo precise.

Otro tipo es el permanente, que se emplea cuando los servicios sociales no emiten un pronóstico claro de retorno del pequeño a su hogar, pero es conveniente que mantenga la vinculación emocional con su familia. Su duración es indefinida y, si el niño llega a la mayoría de edad, podrá elegir entre quedarse con la familia de acogida o volver con la biológica.

Menos común es el abierto, en el que se acoge a niños en fines de semana y vacaciones. Por último está el preadoptivo, que exige que los padres del niño lo hayan abandonado o un juez les haya retirado definitivamente la patria potestad, y que los acogedores sean idóneos para adoptar.

Inicialmente se intenta el acogimiento familiar no preadoptivo con los abuelos, tíos, primos… Y, si no es posible, se recurre a una familia ajena.

  • Quién puede acoger. Matrimonios con o sin hijos, personas que viven solas o parejas de hecho del mismo o distinto sexo, siempre que sean mayores de edad y cumplan requisitos como tener flexibilidad y capacidad de adaptación, disponer de medios de vida suficientes, de un estado de salud física y psíquica que garantice la atención del menor y, en parejas, haber convivido de forma continuada durante un periodo mínimo, normalmente tres años. En el caso de los bebés se exige que al menos una persona pueda dedicarse al pequeño en exclusiva.
  • El inicio del proceso. Si quieres hacerte cargo de un niño, acude a los Servicios Sociales de tu Comunidad o a las Instituciones Colaboradoras de Integración Familiar. Una vez entregada la solicitud, tendrás que pasar exámenes físicos y psicológicos y certificar tus ingresos y que posees una vivienda adecuada para criar a un menor. A veces se requieren familias con formación específica para niños con necesidades especiales (mayores de 8 años, los que padecen una discapacidad, los que han sufrido malos tratos…).
  • La formación. Cuando una familia es seleccionada, pasa un curso teórico-práctico con la información legal, las implicaciones de la separación del niño de su familia biológica y su proceso de adaptación. Los padres “canguro” se comprometen a aceptar las relaciones entre el niño y su familia y, en su caso, el régimen de visitas establecido.
  • Fase de acoplamiento. Estudiarás junto a un trabajador social los cambios que debes hacer en tu hogar, horarios, costumbres…
  • Supervisión y apoyo. Cuando el menor esté en tu casa, los servicios sociales realizarán un seguimiento de la acogida. Y recibirás apoyo de los equipos de técnicos de la Comunidad Autónoma para anticipar y resolver los problemas.
  • Ayudas. El acogimiento es un acto de generosidad y, por lo tanto, gratuito. Sin embargo, la familia de acogida puede recibir ayudas y compensaciones que cada Autonomía gestiona y distribuye en función de los gastos sanitarios o educativos del menor y de la situación económica de cada familia.

Recuerda: En el acogimiento la Administración conserva la tutela del niño y, aunque muchos acaben adoptados, la familia de acogida debe tener claro que lo mejor para el pequeño es que pueda volver con sus verdaderos padres.

No siempre es fácil

El acogimiento temporal no es un camino de rosas. Una vez está el niño en casa, comienza un periodo de adaptación que puede ser muy conflictivo. Por eso, recuerda:

  1. Los problemas con estos niños suelen solucionarse con amor, dedicación y paciencia. Ten en cuenta que el proceso será más difícil cuanto mayor sea el niño y también que hay momentos más sensibles, como las visitas a la familia biológica.
  2. Si tu relación con el niño es demasiado problemática, contarás con asesoramiento. Las comunidades autónomas ponen a disposición de las familias educadores sociales y centros de apoyo psicopedagógico y psicoterapéutico. Y existen asociaciones de padres de acogida en todas las comunidades.
  3. Si, a pesar de todo, los expertos o la familia consideran que el acogimiento no se puede mantener, el niño volverá a un centro residencial en espera de otra familia.
  4. Si temes la separación posterior del pequeño, no olvides que no hay nada mejor para el niño que tener una familia, aunque sea temporalmente. De hecho, los niños suelen seguir en contacto con sus padres de acogida aunque vuelvan con los biológicos

Fuente: crecerfeliz.es

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