La identidad y la autoestima en los hijos adoptados

autoestima

La construcción de la identidad se desarrolla en forma gradual; comienza en el momento en el que el niño busca la mirada de su madre o padre y se pregunta: ¿en qué me parezco a el/ella?. Cómo adolescentes se hace imperiosa la identificación o comparación con los pares, de adultos nos etiquetamos por nuestras relaciones y logros personales.
Este constructo va asociado con la pregunta ¿quién soy? demanda de una relación entre el Yo pasado, el Yo presente, y la persona en quien esperamos convertirnos.
Para el niño o joven que ha sido adoptado en ocasiones las preguntas del pasado  quedan sin contestación, con frecuencia dejando un profundo vacío que la literatura al respecto la describe como que «si les faltara una parte de sí mismos».
Partiendo de este criterio los padres, para ayudar a sus hijos en este constructo, deberían aproximarlo a sus orígenes, por supuesto en función de lo que le vaya pidiendo su hijo, pero si aparentemente no aparece esta necesidad, ir abriendo espacios de diálogo para que pueda comunicar lo que realmente quiere, que por amor a sus padres, por el temor a perderlos o hacerles sufrir, lo tenga muy oculto en su Yo interior o en su inconsciente.
En casos en que la adopción fue reservada o secreta o bien imposible de acceder a los antecedentes de nacimiento, igualmente se le puede acercar a su herencia biológica recurriendo a libros, fiestas étnicas, visitas a su tierra, así como a la amistad con otros niños o adultos procedentes de entornos similares.
El autoestima agrega un juicio de valor a la identidad ya que representa la forma de como se siente respecto de sí mismo. El niño correctamente adaptado posee una fuerte convicción acerca de quien es. Conoce sus potencialidades y debilidades y se considera parte de la sociedad.
El autoestima positiva comienza con tres factores:
  1. Un lugar seguro.
  2. Un grupo familiar sólido.
  3. Un sentimiento de pertenencia.
Familias con buenas dosis de autoestima tienden a criar niños seguros de sí mismos. Los niños en estas familias se sientes capaces de ser amados, dignos de mérito, talentosos y responsables. Como podemos darnos cuenta no hay diferencia en la crianza de un hijo sin importar el medio por el que haya llegado.
Fuente: centropsicologicolapiz.blogspot.com.es
Si este artículo te parece interesante, compártelo.
Facebook Twitter Plusone Linkedin Pinterest

Deja una respuesta