El amor materno favorece el desarrollo del cerebro del niño

hipocampo

Los niños en edad escolar que han sido cuidados y apoyados por sus madres durante sus primeros años de vida tienen un cerebro con un hipocampo más grande, una estructura clave importante para el aprendizaje, la memoria y la respuesta al estrés.

Desde siempre se ha sospechado que criarse en un ambiente acogedor y sentirse apoyados durante la etapa infantil favorecer el desarrollo. De hecho, son muchos los estudios que relacionan un ambiente acogedor con un mejor rendimiento escolar. Sin embargo, hasta ahora ninguna investigación había mostrado el efecto del «amor de madre» sobre el cerebro en imágenes.

La nueva investigación, que se publica en The Proceedings of the National Academy of Sciences, y que ha sido realizada por un equipo de psiquiatras infantiles y neurocientíficos de la Universidad de Washington Escuela de Medicina de San Louis (EE.UU.), es la primera que demuestra que los cambios en dicha región crítica de la anatomía del cerebro de los niños están vinculados a los cuidados maternos.

«Este estudio valida algo que parece ser intuitivo, que es lo importante que el apoyo de los padres en los procesos adaptativos de los seres humanos», explica el coordinador del trabajo, Joan Luby. «Los datos -dice- sugieren que deberíamos prestar más atención a la crianza de los niños y hacer lo que podamos, como sociedad, para fomentar estas habilidades porque está claro que el apoyo durante esta edad tiene un impacto muy grande en el desarrollo posterior».

El trabajo ha analizado las imágenes cerebrales de un grupo de niños de 7 a 10 años que habían participado en un estudio anterior sobre la depresión en edad preescolar que Luby y sus colegas comenzaron hace aproximadamente una década. Este estudio incluyó a niños de entre 3 y 6 años con síntomas de depresión, de otros trastornos psiquiátricos o mentalmente sanos, sin problemas psiquiátricos conocidos.

Grabación en vídeo

Como parte del estudio inicial, los niños fueron meticulosamente observados y se analizó mediante grabaciones en vídeo la relación con sus padres, casi siempre la madre, cuando el padre estaba terminando una tarea, y el niño tenía que esperar a abrir un regalo atractivo. Lo mucho o lo poco que el padre o la madre eran capaces de apoyar y cuidar a los niños en esta circunstancia estresante – que fue diseñada para imitar el estrés que supone el cuidado diario de los hijos- se valoró por un grupo de evaluadores que no sabía nada acerca de la salud del niño o del temperamento de los padres.

En el nuevo estudio, los investigadores realizaron escáneres cerebrales a 92 de los niños que habían tenido síntomas de depresión o estaban mentalmente sanos cuando habían sido estudiados en su etapa preescolar. Las imágenes revelaron que los niños sin depresión que había sido cuidados y queridos por sus padres tenía un hipocampo casi un 10 por ciento mayor que en los niños cuya relación materna no había sido tan enriquecedora.

«Durante años, los estudios han puesto de relieve la importancia de un ambiente paterno sano, acogedor y enriquecedor para un desarrollo infantil sano; sin embargo, la mayoría de los estudios han analizado factores psicosociales o el rendimiento escolar. Este estudio, que yo sepa, es el primero que muestra un cambio anatómico en el cerebro, lo que realmente proporciona una evidencia para las teorías sobre desarrollo infantil que subrayaban la importancia de una paternidad enriquecedora», señala Luby.

Era de esperar, añade, el menor volumen en el hipocampo de los niños deprimidos, porque los estudios en adultos han mostrado los mismos resultados. «Lo que realmente es sorprendente es el poderoso efecto de los cuidados maternos sobre los niños mentalmente sanos».

Además que aunque en el 95 por ciento de los casos que se analizaron en el estudio correspondían las madres biológicas, los investigadores dicen que es probable que los efectos de los cuidados en el cerebro sean los mismos, para cualquier cuidado, padres, abuelos o padres adoptivos.

Pieza fundamental

El hipocampo es una estructura muy importante del cerebro. Cuando el cuerpo se enfrenta a tensiones, el cerebro activa el sistema nervioso autónomo, un sistema involuntario de los nervios que controla la liberación de hormonas de estrés. Dichas hormonas nos ayudan a lidiar con el estrés mediante el aumento de la frecuencia cardíaca y ayudan así a nuestro organismo a adaptarse. El hipocampo es la principal estructura del cerebro involucrada en esa respuesta. Pero también es clave en los procesos de aprendizaje y memoria.

Estudios anteriores en animales ya había indicado que una madre acogedora y cariñosa puede influir en el desarrollo del cerebro. En niños también se han comprobado que los niños criados en un ambiente acogedor tienen un mejor rendimiento escolar y un desarrollo saludable. Pero hasta ahora, no ha habido evidencia sólida de que está vinculación con los padres podría producir cambios en la anatomía del cerebro en los niños.

Para Luby, «los padres deben aprender a cuidar y apoyar a sus hijos. Ahora ya sabemos que son elementos muy importantes en su desarrollo saludable».

Fuente: ABC

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