Niños sin esperanza

Mapa de Colombia en America del Sur

Mucha tristeza da comprobar como las adopciones han disminuido a la mitad, pasando de casi 3 mil en 1998, año que salí de la Dirección del ICBF, a menos de 1.500 el año pasado. Aunque lo verdaderamente lamentable es que los problemas de los niños, lejos de disminuir en esa proporción, se han agravado ostensiblemente, lo que se demuestra con la alarmante cifra de que en el sistema de Bienestar Familiar hay 8 mil niños de difícil adopción. Es demasiado y valdría la pena investigar cuantos de ellos están así, a pesar de haber llegado muy niños y han crecido dentro del ICBF.

No es importante si los niños son adoptados por colombianos o extranjeros, mientras se haga buen estudio de la familia adoptante, dentro de una filosofía que no busca resolver el problema de una pareja que no puede tener hijos, sino brindar felicidad a un pequeño que todo lo merece. Aun recuerdo con gran emoción cuando en 2005 que asistí a una celebración en FANA, presencié como una familia del centro de los Estados Unidos que había recibido seis niños discapacitados, venía por el séptimo, simplemente porque los había acogido para brindarles felicidad como su misión en esta vida. Aunque supongo que quienes hablan con ligereza sobre exportación de niños, deben estar celebrando estas cifras, mientras nuestros niños tienen cada día mas problemas.

Colombia tenía la reputación de contar con el sistema de adopciones más sólido del mundo, por lo que si había irregularidades en el trámite, debían haberse resuelto investigando casos particulares y aplicando las sanciones pertinentes, pero no es lógico haber usado lo que de seguro fueron lamentables excepciones para disponer y reglamentar en contra del bienestar de nuestros niños. Bastaba con imponer sanciones ejemplarizantes en lugar de hacer languidecer de forma infame el sistema.

Ahora la Corte Constitucional, ha dispuesto que antes de dar un niño en adopción, hay que buscar primero la familia hasta el sexto grado de consanguinidad, lo que era fácil antes y en un pueblo pequeño, pero hoy cuando la gente se mueve tan fácil, cambia de ciudad o de país buscando mejores oportunidades económicas, este trámite se vuelve muy engorroso y difícil. Por otra parte no me sorprende que con lo afilados que están los organismos de control, los defensores de familia y demás funcionarios del ICBF relacionados con las adopciones, estén literalmente paralizados mientras los niños siguen institucionalizados dentro del sistema de bienestar Familiar.

De las cosas que más me impresionan sobre la adopción, es ver el compromiso de las casas de adopción, que son entidades muy comprometidas con los niños. Debo destacar la maravillosa calidad humana de la gran mayoría de los defensores de familia, especialmente a quienes tuve oportunidad de tratar personalmente, que en mi época, podría decir que fueron todos los más de 500 que entonces había en el ICBF. Pero lo que mas orgullo aun me produce, es comprobar como las parejas que tienen niños adoptados, parece que los amaran mas, y la forma como cambia positivamente la vida de tant@s niñ@s, como se brinda felicidad a muchas parejas y como se contribuye a formar hogares donde brilla la felicidad.

Lo que si recuerdo perfectamente, es que no pocas administraciones del ICBF se dejaban influenciar por los enemigos de la adopción y también son culpables de haber contribuido a desestimular el sistema. Y finalmente, como la Revista Semana identifica tres causantes del problema: que son la Corte Constitucional, la Procuraduría y el periodista Manuel Teodoro, sugiero que ellos mismos, que tanto han estudiado el asunto, propongan soluciones para los 8 mil niños que están actualmente en instituciones dentro del sistema de Bienestar Familiar, así como para tantos otros que llegarán, sea por abandono o por el maltrato que reciben en sus casas.

ADELINA COVO

Fuente: http://www.elheraldo.co

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