Iniciativa frente al bloqueo de las adopciones en Rusia

Rusia

Montserrat es una madre zaragozana desesperada por volver a abrazar a su hijo. Alex solo tiene 21 meses, pero Montse y su marido llevan más de dos años y medio luchando por él. El pasado mes de mayo le conocieron y pudieron disfrutar, durante tres días, de su olor y de su risa, pero ahora el pequeño sigue en un centro de acogida de una región lejana de Rusia y ellos continúan a la espera de un juicio que no llega.

El gobierno ruso decidió hace unos días bloquear las adopciones a España. Desde entonces, según confirman desde AAIM –una de las asociaciones que tramita las solicitudes de los aragoneses que quieren adoptar en Rusia- se siguen asignando niños, pero no se celebran los juicios que convierten oficialmente en padres a las familias españolas. A día de hoy, siete familias aragonesas están intentando adoptar a un niño en Rusia a través de AAIM, y dos de ellas ya tienen asignados a sus hijos.
Montserrat, al igual que el resto de españoles afectados, solo pide que se faciliten las cosas lo máximo posible y que España firme, cuanto antes, el convenio bilateral en materia de adopción que exige Rusia desde el pasado 29 de agosto.

“Somos padres, hemos conocido a nuestro hijo y le añoramos a nuestro lado cada noche –suplica Montse-. Ya de por sí es un proceso muy largo, pero si encima se añaden dificultades como la de ahora, es una desesperación para las familias”.

En estos momentos hay 128 niños en Rusia que ya conocen a sus padres españoles. Hasta ahora ya había pasado lo más difícil y solo quedaba el último paso, el juicio. Ahora, padres e hijos ven como cada día se suspenden y se aplazan estos juicios de adopción, bajo el aviso, por parte de las autoridades rusas, de dar sentencia negativa a todas las adopciones hasta la firma del acuerdo.

Según informaba esta semana el Instituto Catalán de Acogida y Adopción, el causante de todos los problemas es un cambio legislativo por el cual el gobierno ruso no dará niños en adopción a países en los que no haya un convenio bilateral o, en su defecto, un certificado que asegure que los niños adoptados nunca serán reubicados en una familia monoparental u homosexual.

Por una parte, ese certificado podría vulnerar la ley española, que sí permite adoptar a familias monoparentales, pero por otra, Rusia siempre ha exigido ser un matrimonio (tampoco servía ser pareja de hecho) para adoptar a un niño en su país. Por eso, Montse, al igual que otros padres que se han manifestado por diversas redes sociales, consideran que no habría tanta diferencia, que es un porcentaje muy pequeño el de los niños adoptados que tienen que ser reubicados en otras familias, y que “hay que tener en cuenta las condiciones que impone el país de origen del menor”.

“Hay que pensar en el futuro de esos niños, en que necesitan una familia y en que nosotros los necesitamos a ellos”, justifica Montserrat para pedir la aceleración de las negociaciones.

Por eso, esta zaragozana creó una petición ciudadana a través de la plataforma Change.org que ya ha recogido más de 10.300 firmas. En ella, Montserrat urge al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, a la firma del convenio de adopción entre España y Rusia.

Fuente: Heraldo.es

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