Adopción en Rusia, 500 familias con expedientes paralizados

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Arturo Ramos y Lola Fernández están a un solo paso de conseguir su sueño: ser padres, tras más de un año de espera y una importante inversión de sus ahorros. Un solo juicio les separa de Ylia, el niño ruso de apenas cuatro años que están a punto de adoptar, si es que las leyes de Rusia y un convenio que parece nadie quiere firmar,  no lo impiden. Y es que la administración de Vladimir Putin ha frenado el ritmo de adopciones internacionales no solo a España, sino a países con muchísima tradición en las ‘adopciones rusas’, como EE.UU. De momento 500 familias españolas ven paralizado su camino a la paternidad por adopción.

Desde mucho colectivos se asegura que este freno a las adopciones internacionales de niños rusos por parte del aquel país, forma parte de las consecuencias del endurecimiento de las leyes sociales homófobas del gobierno de Vladimir Putin. Aseguran que las autoridades rusas quieren hacer un seguimiento más celoso de los niños por si un rechazo familiar provoca una segunda adopción con una pareja o una familia monoparental de orientación gay.

Arturo y Lola niegan la mayor. Según ellos, Rusia es un país soberano cuyas leyes y jurisdicción hay que respetar como parte de las normas de la adopción internacional. «Y Rusia, además,  tiene prohibidas las adopciones por parte de parejas gay desde siempre», apunta él.

La casuística es muy clara: Apenas el 0,3% de las adopciones se resuelven con reasignaciones de custodia; «lo que puede significar que, tal vez,  un niño cada siete años se ajuste al caso de parejas homosexuales», apunta Arturo. «Más bien creo que Rusia quiere realizar un seguimineto sobre los menores, que, además, no pierden la doble nacionalidad ruso-española hasta los 18 años». Concluye Lola: «A ver si se consigue que los dos estados firmen por fin».

A estas alturas, las palabras que le quita el sueño son ‘convenio bilateral’, un tratado sobre adopciones internacionales que España y Rusia negocian desde hace más de dos años, y cuya firma no termina de llegar. «La orden de paralización de las adopciones por parte del  ministerio ruso es del 29 de agosto, cuando entra a todos los juzgados de ese país. Y nosotros tendríamos un segundo juicio, el definitivo, en unos dos meses«, dice apesadumbrada.

«No son los más de 30.000 euros que llevamos invertidos, es el problema de estar a un paso, que Ylia ya piense, de algún modo, que somos su papá y su mamá. Que pueda sufrir el que sería su segundo abandono… sin saber que no es cosa nuestra, que no somos los culpables», dice Lola emocionada.

La solución podría llegar el próximo día 3 de octubre, cuando una delegación de la Duma -parlamento- de Moscú llega a España para firmar una serie de acuerdos. «Y uno podría ser el que ponga fin a nuestra pesadilla», apunta esta pareja de vecinos de Guadalajara.

Según las últimas cifras reconocidas por parte de la administración rusa, a 31  de enero de 2012, 79.990 niños rusos habían sido adoptados en otros países. El último año en que existen registros por nacionalidades de adopción, España es el segundo país de destino, con 947 adopciones. ¿La primera? EE.UU con 2.012 adopciones.

Arturo y Lola, junto con otras familias afectadas por el parón en las adopciones, han iniciado una campaña de recogida de firmas en Charge.org para pedir al ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo, la firma del convenio entre nuestro país y Rusia. Y claro, ya llevan casi 16.000 firmas.

Fuente: que.es

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