La invisibilidad de los niños discapacitados como sujetos de adopción.

hilo verde

El ver a un pequeño que no podrá realizar tan fácil sus sueños y esperanzas, porque padece alguna discapacidad física o intelectual es algo que nos toca el corazón.

En el mes de junio UNICEF México, presentó el documento «El Estado Mundial de la Infancia 2013 Niñas y Niños con discapacidad», donde se menciona que esta parte de la niñez se encuentra dentro de los grupos más excluidos y marginados y se le respetan sus derechos en menor grado.

Y aunque estamos ante la perspectiva de una nueva visión acerca  de la atención y acompañamiento que debe darse  a los niños  con discapacidad y a sus familias, ¿Qué sucede con los pequeños que no tienen la fortuna de desarrollarse dentro de una familia?  

Poder reflexionar y responder a las interrogantes que se generan en torno a los niños con necesidades especiales, que no tienen el apoyo de sus padres biológicos y que, por ende, esperan con incertidumbre una familia que los acoja y poder ser sujetos de una adopción, nos lleva a analizar todas las aristas que la situación conlleva.

En nuestro país, la adopción de menores es cada vez más aceptada, han ido desapareciendo  los prejuicios existentes acerca del pronóstico de un niño adoptado, y se esperaría que no se hiciera distinción al momento de una adopción, discriminando y relegando aquellos niños que por una u otra razón no nacieron sanos o adquirieron alguna discapacidad durante su desarrollo temprano.

Los adoptantes rara vez consideran a un menor con necesidades especiales, como un posible hijo adoptivo, el temor a enfrentarse a la falta de apoyo para poder ofrecer a un niño discapacitado los elementos necesarios para desarrollarse es sin lugar a dudas uno de principales obstáculos.

Se deben implementar políticas públicas dirigidas a este segmento de la población con trabajos coordinados entre los tres órdenes de gobierno, autoridades educativas, de salud, desarrollo social y la participación de las Organizaciones de la Sociedad Civil.

Es necesario establecer un  programa integral de adopción de discapacitados que de  acompañamiento y acogida a los adoptados y sus familias, durante el proceso de adopción y después  con transferencias condicionadas de asistencia tanto a las instituciones de salud como educativas para dar seguimiento a rehabilitaciones, control médico, y si su discapacidad lo permite, asistencia a la escuela.

El  tema de la adopción de niñas, niños y adolescentes con discapacidad debe subirse a la agenda pública para   lograr la inclusión efectiva y su participación plena en la sociedad,  protegiendo el interés superior del niño pues  ellos poseen idénticos derechos  a los demás seres humanos, incluido  el derecho al trato digno y equitativo, a tener una familia, así como el derecho a  una vida independiente.

Debemos tender un puente para lograr que durante su niñez y su paso hacia la adultez tengan garantizados un piso básico de derechos sociales, pero principalmente buscar que ¡Nuestros pequeños puedan dibujar en su rostro, una linda sonrisa!

Por Rosa María Oviedo Flores

Fuente: http://www.mundodehoy.com

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