Diana, una mujer de 30 años de edad de origen holandés en un lapso de poco más de siete meses se convierte en mamá de ocho menores, quienes le han cambiado la vida y por los que esta dispuesta a cambiarles su perspectiva de la misma. Estos pequeños son oriundos de Coscomatepec, pero que por alguna situación familiar intervino el DIF y los envío a la Casa Hogar Jaasiel, que ella dirige.
Estrella, Juliana, Miriam, Karla, Diego, Joshua, David e Ian son los menores que al permanecer en resguardo en la Casa Hogar, adoptaron a Diana como mamá (Dirkje Johanna Van der Plas, quien fundo este organismo en el primer trimestre del año.)
Explicó “dos años fui preparando este proyecto para poner las cosas en orden”. Actualmente los niños le dicen mamá ante lo que explica “me dicen mamá porque así lo decidieron, esta bien, soy quien pone reglas y asume el cargo como cualquier otra mamá, decide, cuida, alimenta, todo lo que se debe hacer”.
Dar amor porque lo recibió
Dijo: “Siempre tuve este sueño, soy de Holanda con papás que me dieron amor, atención, una hermana, y viendo niños que carecían de este o que no tienen la misma fortuna que otros porque viven maltratos Dios me ayuda y abre las puertas para ofrecer amor y atención a través de una casa hogar con el DIF”.
Esta casa fue inaugurada el pasado 25 de enero, la que creó Diana porque “amo México y tengo la intención de ayudar a niños con problemas para que se integren a una vida en armonía, cuidados, atención y familia”.
Reconoció “este es mi sueño de niña, y he trabajado en cosas como esta y creo que puede ser algo bueno pero lo menores”.
Explicó que tiene experiencia al haber trabajado en un orfanato en al sur de África por cuatro meses y 5.5 años en grupos de Bronx y Brooklyn, donde estuvo a cargo de uno y el equipo ayudaba a los jóvenes a superarse apartándose de las situaciones en peligro o riesgo para su salud o integridad.
Este proyecto que inicio ella con aportaciones de Estados Unidos y Holanda, señaló “espero crear mas casas para integrar a parejas y estas puedan dar un hogar familiar a niños que no cuentan con la que le les dio la vida, a fin de que se incorporen a un núcleo que les dé el calor familiar y de hogar, con tiempo para vacaciones, fines de semana con actividades recreativas, entre otras”.
Tras terminar de platicar, se para un momento de la silla mesedora para acudir a una recamara en busca de un bebé que lloraba, el que traía entre sus brazos, posteriormente continuó con la entrevista.
Su responsabilidad, su atención
Diego es un menor de siete años quien en agosto pasado recibió una intervención quirúrgica, esto “derivado de un problema que tenía en los testículos, los que no le bajaron, por lo que fue intervenido en el Centro Médico Cordobés, servicio del que se hizo cargo el DIF”.
Gemelos
Tiene un par de bebés de seis meses, los que, sin recibir la preparación del embarazo, recibió para atenderlos “al principio me costo trabajo pues había que darles de comer cada pocas horas, pero ahora ya concilian el sueño”.
Dijo: “Tengo una muchacha que me ayuda de tiempo completo, a las 6:00 horas me levanto y junto con Estrella salimos ha realizar ejercicio, a las 8:00 horas preparo el desayuno para todos, posteriormente hacemos tareas, preparo la comida, llevo por la tarde a Ian a terapia unas cuatro veces a la semana por la tarde preparamos la cena y todos se van a la cama a dormir a las 20:30 horas”.
El festín
“Los viernes y sábados, son, si se portan bien, para ver películas. Rento unas y vemos la televisión juntos. Otras veces vamos al cine, recientemente fuimos a ver Aviones”, explicó.
“También para que tengan atención personal un día les dedico una tarde para ir a comer a un restauran, ir al cine para que me platiquen sus cosas y así proporcionar más atención a cada uno”, explicó.
Familia
“Funcionamos como una familia normal, no sólo se necesita cama y techo, sino atención y amor por eso cooperamos en actividades como en cualquier hogar, nos ayudamos”, puntualizó.
Diana manifestó “tengo la intención de contar con más niños, por lo menos unos 10, para que reciban atención y ayudarnos mutuamente”.
Reconoció que el DIF de Córdoba y el de Coscomatepec les proporcionan ayuda, recientemente el primero les entregó un donativo, pero cuenta con donativos de Holanda y Estados Unidos, “de una asociación donde trabajaba con niños de la calle, así sobrevivimos”.
Por un momento checo la hora para ver si era hora del alimento de los menores, de los que alguno jugaban, otro más realizaban otras actividades.
Un cambio
“Han cambiado mi vida, lo disfruto, ponemos reglas para salir adelante” explicó. “Karla es una pequeña que no hablaba, ni sociabilizaba, pero en un mes cambio, es increíble, porque generamos un cambio, pude ofrecer algo más, es una oportunidad que disfruto al pasar tiempo con ellos”, puntualizó.
Recordó que en junio pasado “fuimos de vacaciones a Costa Esmeralda, a conocer la playa, ninguno la conocía, fue un experiencia excelente nada de lujo apenas si había una alberquita pero lo disfrutaron e hicimos un álbum de recuerdos cada uno.
Otra oportunidad
El Ayuntamiento de Coscomatepec le dará a la Casa Hogar Jaasiel un predio, mismo que se encuentra en tramites, el que afirmó “es grande, podrían construirse ahí unas dos o tres viviendas para que se creen otros albergues para niños”.
Este proyecto espera “se lleve a cabo el próximo año , una vez que se tenga el proceso legal concluido para recibir la donación del predio y así iniciar con la construcción de las viviendas”.
Donativo
Actualmente esperan obtener una respuesta de México, del departamento de Hacienda para que les determinen como aplicadores de expedir un documento por los donativos y así ser patrocinados por diversas empresas para que ayuden para la construcción.
Necesidades
Requieren de una unidad que les permita salir como familia y así transportarse de un lugar a otro. En atención y apoyo explicó hay personas altruistas que nos proporcionan ayuda y algunas cosas para que los menores cuenten con lo indispensable.
Aún estando lejos de su familia, señaló que sí los extraña, pero habla con ellos pero no le da tiempo de ponerse triste porque tiene varios niños que le dan amor y esperan de ella eso y atención, porque sin esperar nada a cambio le dan un abrazo y dicen mamá.
Fuente: http://www.elmundodecordoba.com
