Este artículo publicado en El País es muy antiguo (1997) pero es de interés, la afirmación del título se observa científicamente. Entrevista a Jay Seth Rosenblatt – Psicólogo
Desde 1958, Jay Seth Rosenblatt estudia el comportamiento maternal en los pequeños mamíferos. El descubrimiento más reciente muestra que el instinto maternal aparece desde el estado de gestación. Nacido en Nueva York hace 73 años, trabaja en el departamento de psicología del Instituto de Comportamiento Animal (IAB) de la Universidad de Nueva Jersey. Será investido hoy [9/04/1997] doctor honoris causa por la UNED a propuesta del departamento de Psicología de esta universidad. Rosenblatt explica también que, por medio de una transfusión cruzada de sangre de ratas que acaban de parir a ratas vírgenes estas últimas adoptan el mismo comportamiento maternal que la madre natural, aunque no se puede afirmar que sólo se dé una base biológica.
Pregunta. ¿Estas pruebas se han hecho sólo con hembras?
Respuesta. No. Podemos hacer lo mismo con los machos y los resultados son muy parecidos. La diferencia es que, en un principio, los machos se sienten con más temor ante las crías, pero también se da entre los humanos la mujer que siente temor ante el recién nacido.
P. Siempre se ha oído que el instinto maternal es sólo femenino.
R. No es cierto, se produce el mismo mecanismo maternal en el cerebro de las hembras que en el de los machos.
P. ¿Una madre adoptiva puede tener el mismo instinto maternal que una madre natural?
R Sí. Los estudios confirman que, pocas semanas después de una adopción, aparece un comportamiento muy similar y no sólo en el terreno de la actuación sino también por sentimiento.
P. ¿Qué proceso sigue la elaboración del instinto maternal?
R. Comienza en el embarazo y es tanto hormonal como cerebral y psicológico. Por eso, me preocupa algo importante: En el caso de los pequeños mamíferos, si se interrumpe el embarazo, de todas formas se manifiesta ese instinto maternal. Entre humanos, no se presta suficiente atención a la madre que ha abortado y, sin embargo, ya había sido atrapada por los códigos de la maternidad. Tenemos que prestar mayor atención a los sentimientos de las mujeres que han abortado.
P. Sus investigaciones más recientes se centran en conejos.
R. En el conejo el comportamiento es muy diferente. Hemos visto en el instituto Cinvestat de México con los profesores González Mariscal y Beyer que la coneja desarrolla su instinto maternal principalmente durante el embarazo y no después de parir, cuando sólo alimenta a la cría una vez al día y durante un mes. Estos datos confirman la elaboración del instinto maternal durante el embarazo.
Fuente: elpais.com
