Un dicho popular proclama que «el niño que se parece al padre honra a la madre». Esta frase anticuada –y hasta cierto punto machista –se la oí decir hace tiempo a una matrona bastante mayor (imagino cuántos niños, cuántas historias y cuántas circunstancias habrá visto esa mujer en su larga vida profesional). Esta máxima es –lógicamente –aplicable tan sólo a los hijos biológicos. Pero no es la única diferencia que hay entre los hijos “naturales” y los adoptados. En el orden ilógico de este blog he decidido intercalar aquí un breve texto que contiene algunas estúpidas reflexiones sobre estas diferencias. Y es que quisiera deshacer el mito de que la maternidad/paternidad por adopción debe parecerse lo máximo posible a la biológica. Read the rest of this entry »
La adopción de hijos como forma alternativa o complementaria de incrementar la familia crece día a día y, en su vertiente internacional, se ha convertido en un auténtico fenómeno social. Ya no resulta extraño ver pasear a familias españolas con hijos de rasgos asiáticos, africanos o sudamericanos.
Adoptar con todas sus consecuencias y no por snobismo o interés –que de todo hay en la viña del señor –me parece un magnífico síntoma de salud de la pareja y, en general, de toda la familia, aunque estoy seguro de que a más de uno nos tacharon de locos cuando planteamos la posibilidad de tener hijos no biológicos, especialmente si ya habíamos satisfecho el deseo de maternidad y de paternidad por la “vía natural”. Sin embargo, no son pocos los allegados que, tras objetar nuestra decisión, con el paso del tiempo se han convertido en los más satisfechos y felices por el resultado de los acontecimientos. Read the rest of this entry »