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Curiosidades de la Adopción hace 13 años, 8 meses Tanto la palabra huérfano como la palabra orfanato derivan del latín «orphănus» y este del giego «ὀρφανός». Entonces, ¿por qué una leva hache y la otra no?
Esta ”h” se debe a una norma ortográfica del Castellano muy vieja, según la cual se escriben con “h” inicial las palabras de uso actual que empiezan por los diptongos “ia”, “ie”, “ue” y “ui”. Ejemplos hiato, hiena, huele, huidizo”. Es el caso de huérfano. Es una norma muy vieja que ya aparece en las normas ortográficas de la Real Academia incluidas en el primer tomo del Diccionario de Autoridades, primera edición del DRAE, publicada en 1726.
La razón de ser de esta norma surgió para evitar la confusión que se daba por el hecho de que durante mucho tiempo el signo “u” se usó indistintamente para representar el sonido de la “u” y el sonido “ve”, posteriormente representado por el signo “v”. De modo que al escribir “uérfano”, sin “h”, lo mismo podría pronunciarse “uérfano” que “vérfano”. El uso de una “h” antes de la “u” impedía la confusión.
Posteriormente se adoptó el signo “v”, que eliminaba la posible confusión, pero la norma sobre la “h” ya era costumbre arraigada y general, y escribir palabras como “uérfano” resultaría extraño y chocante.
Lo mismo ocurre con otras palabras que se escriben con “h” inicial seguida del diptongo “ue”, pero cuyos derivados no llevan “h”. Por ejemplo: de la palabra latina «ocar» deriva «hueco» y «oquedad». De «ovum» viene «huevo» «óvalo», «oval», «ovalado», «óvulo», «ovario», «ovíparo,» «ovoide», etc De «ossum» deriva «hueso», » osario», «óseo», «osificación», , etc.