Los niños devueltos

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Interesante artículo de Lucía Etxebarría, con muchos puntos que invitan a la reflexión

Un total de 72 niños adoptados han sido “abandonados” ( entregados a tutela de la administración publica) en Cataluña por sus familias adoptivas en la última década.
Lo curioso es que sus padres debieron pasar por pruebas psicólogicas para que se confirmara su idoneidad como adoptantes. Las pruebas costaban y cuestan la friolera de 1500 euros y se supone que están realizadas por los mejores profesionales de España. Eso sí, que te pregunten en la entrevista si piensas hablarle a tu hijo en catalán no sé si en realidad valora tu capacidad como madre. A mí es una de las preguntas que me hicieron, e insistieron mucho en el tema.

En España son “devueltos” ( entregados a la administración) entre un ocho y un doce por ciento de los niños que son recibidos en adopción o en acogida. La cifra no contempla los muchos niños que acaban en un internado, que también han sido abandonados afectivamente por sus padres, pero no a la administración. En total la cifra de niños rechazados podría estar entre el quince y el veinte por ciento.

En la calle en los medios de comunicación, se habla con frecuencia de los niños “devueltos” de la adopción El término está equivocado. Un hijo –ya sea biológico o adoptado– no es un objeto de consumo que uno pueda “ adquirir” y pueda ” devolver” si la adquisición no ha satisfecho las expectativas.

Los niños adoptados que se entregan a la administración para su tutela se entregan porque los padres se sienten incapaces controlar su comportamiento. ¿Las mismas razones se dan en el caso de abandono biológico? No. En el caso de abandono biológico las razones primordiales suelen ser que los padres no pueden económicamente hacerse cargo del niño, que han ingresado en prisión o que les ha sido retirada la tutela por problemas mentales o de drogas, o porque hayan maltratado o desasistido al niño. Casi siempre se habla de la madre porque la identidad del padre no consta.

Pero, eso sí, el recorrido que siguen las familias que acuden a la administración buscando que esta se haga cargo de sus hijos es el mismo para todos. El niño adoptado que llega a un centro suele venir de una familia de buen nivela económico, el niño biológico casi siempre proviene de una familia de exclusión social, y en muchos casos, de una madre soltera.

En todos los casos se hace cargo el Estado Español o la administración pública correspondiente, sin que los niños que fueron adoptado lleguen a regresar nunca a su país de origen.

Las razones por las que se “devuelve” a un niño adoptado

Falta de preparación de los padres adoptivos, que no tenían realmente claro lo que significaba adoptar un niño. Y que tenían unas expectativas idealizadas sobre lo que es un niño y, sobre todo, lo que es un niño con un pasado traumático.

Incapacidad de los padres para asumir el pasado traumático del niño. Los niños adoptados proceden de familias desestructuradas o de verdaderas tragedias. En todos los casos han vivido abandono, maltrato o ambos factores. No van a ser niños fáciles, incluso si la adopción ha tenido lugar en el primer año de la vida del niño. El hecho de que el niño no lo recuerde de forma consciente o no pueda verbalizar lo que ha sucedido no significa que no lo haya vivido, por lo tanto esa idea de que cuanto más pequeño sea el niño adoptado menos posibilidades habrá de trauma, resulta poco realista.

La falta de expectativas realistas por parte de los adoptantes. No es suficiente con querer dar amor para adoptar a un niño hay que entender que adoptar supone asumir un pasado incierto y sus consecuencias. Detrás de cada adopción, hay siempre un niño que perdió sus padres y sus referentes cuando más los necesitaba. La experiencia del abandono o la vida en un orfanato impactan en el desarrollo afectivo de cualquier niño y que dificultan su capacidad para relacionarse, para confiar y para dar y recibir afecto. Reparar los daños del pasado requiere capacidades que no todas las familias tienen. Adoptar supone aceptar y comprometerse con un niño que ha tenido un pasado difícil, y asumir todas las consecuencias.

La negación de los orígenes. Los niños necesitan sentir que también eran queridos y valiosos antes de la adopción. Cuando los adoptantes se colocan en la posición de a-ti-no-te-querían-tú -vienes -de-un-sitio-horrible-y-yo-soy-el-único-que-puede-salvarte, la relación está abocada al fracaso. No se basa en una expectativa lógica sino en un rol salvador-salvado que no tiene el más mínimo sentido y que no debe ser el rol entre padres e hijos. Un padre y una madre deben tener un hijo porque desean ser padres, no para hacer una obra de caridad. Y deben respetar el origen del niño. Por ejemplo, una de las cosas que más me sorprenden es que a pesar de que a los padres adoptantes se les dice y se les repite infinidad de veces que no hay que cambiar de nombre al niño adoptado porque eso es negar su identidad y sus orígenes, casi siempre es lo primero que se hace. (Fue así en el caso de Asunta) Una de las cosas que me extrañó del caso de Asunta es que los padres insistieron en que aprendiera inglés , francés, música y danza, pero no chino.

El abandono psicológico. Es decir, el hartazgo, la falta de ganas, el haber cambiado de opinión, la disparidad entre las idealizadas expectativas sobre la paternidad y lo que realmente obtuvieron de ella… o el hecho, que todos conocemos, de que un niño puede separar a una pareja que no esté verdaderamente muy unida. Muchos de los niños “devueltos” lo son porque la pareja se ha separado.

Yo, que he pasado por dos procesos de idoneidad, uno en Cataluña y otro en Madrid. En el primer caso, una vez me hubo sido concedida y estando pensando en qué país iniciar los trámites, me quedé embarazada. En el segundo, decidimos con seguir con el proceso. Tengo mis propias ideas de por qué se les da la idoneidad a parejas que claramente no son aptas para tenerlos.

Yo recuerdo que en el primer grupo, Madrid, había una pareja que me estremeció: Ella acabó reconociendo en público que quería adoptar “ para no perder a su marido”. Y aún así, les dieron la idoneidad, cuando no se la dieron a un hombre soltero que a mí me parecía más que apto y en cuyo caso la única razón para no haber sido considerado idóneo era precisamente esa, que era un hombre soltero. En Cataluña, la pregunta de si pensaba hablar al niño en catalán y la insistencia en el tema realmente no me pareció procedente. Y me sorprendió mucho que se les concediera la idoneidad a una pareja que aseguró que quería adoptar en Marruecos, pero que si el niño se llamaba Mohamed, le cambiarían el nombre porque así se iba a notar mucho que era moro.

En fin, en ninguno de los dos casos pasé por un test psicológico ( que sí tienes que pasar en el caso de acogida de un menor o en caso de divorcio a la hora de determinar la custodia de tu hijo), un test que hubiera podido revelar si yo padecía algún tipo de enfermedad que me hiciera incapaz de adoptar. En Madrid este test, el CUIDA, sí que lo pasas si vas a acoger.. En el caso de Rosario Porto me extraña sobremanera que le concedieran la idoneidad a una mujer con lupus sistémico. El lupus enfermedad autoinmune que en el 90 % de los casos permite llevar una enfermedad normal, pero el caso de Rosario Porto era uno de los más extremos y le provocaba cuadros de estrés y delirios. Y aún asi, le concedieron la idoneidad, cuando se supone que debes presentar un certificado médico y en caso de enfermedad crónica no se te concederá la idoneidad. Me extraña también que le concedieran la idoneidad a una mujer fértil , dado que Rosario no padecía ningún problema para tener hijos. Se supone también que se le niega la adopción a mujeres fértiles, puesto que existen 6 familias adoptantes por cada niños menor de tres años y sano, y por lo tanto, hay que primar a las mujeres que no pueden tener hijos. Si la razón que alegó para justificar su decisión de no tener hijos biológicos fue, precisamente, que padecía lupus, entonces ya no entiendo nada. Y ya puestos, no entiendo por qué se supone que si una madre soltera es candidata idónea para la adopción, un hombre no lo es. Tampoco entiendo cómo permitieron que ado]ptara Rocío Jurado , a una edad en la que oficialmente quedas desestimada como candidata…

Fuente: Allegramag.es

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4 comments to “Los niños devueltos”
4 comments to “Los niños devueltos”
  1. No sé por qué esta «escritora» se empecina en escribir sobre adopción y resbalar siempre. Hace un popurrí de ideas que no lleva a ninguna parte, empieza con los fracasos adoptivos supongo que para terminar con el caso actual y manido de Asunta.

    Si ha pasado dos veces por Asuntos Sociales y ha tenido la idea de la adopción, debería saber que es el niño el que tiene derecho a tener una familia y no al contrario…¿por qué se le iba a denegar a una persona/pareja fértil la adopción de un menor?

  2. Son muchos puntos que obligan a la reflexión, aunque obviamente es un artículo de opinión y es por tanto subjetivo. Pero tanto los motivos de las adopciones fracasadas como el tema de los criterios en la concesión de los CI son para pensar, sobre todo la ocultación de enfermedades o la negación a un monoparental varón

  3. El tema de las adopciones fracasadas es muy delicado y debe hablarse por gente profesional y con datos reales. Si dice que los padres fértiles no pueden adoptar y que los hombres solteros tampoco ya no doy credibilidad a nada del artículo.

    Que hay muchas cosas para reflexionar y muchas susceptibles de mejorar?, es obvio, por eso hay muchas asociaciones desde las que se trabaja duro.

    Más que un artículo de opinión creo que es sensacionalista y sesgado.

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