Actividad

  • Allegravivace ha actualizado una entrada en el grupo Logo del grupo La adaptaciónLa adaptación hace 12 años, 1 mes

    Por si a alguien le sirve, la psicóloga Rosa Jové explica en su libro «Dormir sin lágrimas» que el sueño es un proceso evolutivo y que cada etapa tiene sus particularidades según se va adaptando a las necesidades del niño.
    Sobre los terrores nocturnos dice que: “el mecanismo que provoca este trastorno es la imposibilidad de aligerar el sueño de una forma normal en la fase profunda del sueño”. En ocasiones, el sueño profundo en los niños es más profundo de lo habitual porque el niño ha descansado poco durante el día y es durante las primeras horas de la noche -cuando se produce el sueño profundo- que nuestro cuerpo se recupera de su cansancio. Un adulto si se encuentra muy cansado, al dormir, alarga esta fase, pero en los niños esta fase no sólo se alarga sino que también se hace más profunda con lo que es más difícil el aligeramiento. De ahí los terrores nocturnos.

    Características de los terrores nocturnos
    Este trastorno es frecuente entre los 2 y 5 años y desaparece con la edad. Los terrores se producen en la primera mitad de la noche. Pocas horas después de irse a la cama, sin despertarse, el niño se incorpora gritando, llorando muy agitado, reflejando pánico en la mirada, sin fijarse en nada concreto. En este estado, no reconocen a nadie y pueden llegar a levantarse. Al cabo de 10-20 minutos, se queda dormido o se despierta completamente. No se acuerda de lo sucedido.
    Qué podemos hacer ante un terror nocturno:
    1. Prevenir. Acostar a los niños descansados y tranquilos.
    2. Permanecer junto a él de forma discreta para evitar que se haga daño o por si se despierta confuso, tranquilizarle. Es preferible que no intentar cogerle porque suelen rechazar el contacto físico.
    3. No intentar despertarle pues romperíamos su ciclo de sueño o desorientarle o asustarle. Él no recordará nada si no le despierta y al cabo de 10 minutos volverá a quedarse dormido.
    4. No preguntar durante el día sobre lo ocurrido, porque su hijo no podrá responder ya que no se acuerda y porque puede crearle angustia saber que algo raro le ocurre por las noches.
    5. Si su hijo se da cuenta de que algo le pasa por la noche explíqueselo con naturalidad: es un fenómeno sin importancia que sucede mientras dormimos, como un calambre o una sacudida. Él no tiene la culpa y se le pasará.
    6. Despertares programados. Si el niño se lesiona o los terrores son muy frecuentes, se pueden probar los despertares programados.»

    La experiencia con mis hijos es que los días que han pasado alguna situación de estrés (han llorado o han tenido alguna rabieta), es fácil que tengan terrores nocturnos por la noche.
    Rosa jové también tiene libros sobre crianza, donde sugiere pautas para ayudarnos a los padres a entender a nuestros hijos.