“Somos familia de acogida porque compensa mucho”

padres de acogida

Los vigueses Jesús Molina y Marina Lago son una de las familias de acogida de la Cruz Roja. Empezaron en el año 97 con dos niños que estaban en el centro de menores “Príncipe Felipe” de Pontevedra y que vivían con ellos los fines de semana y también en vacaciones.

Fueron su familia durante seis años y todavía hoy mantienen el contacto porque “nos gusta saber cómo les va”. Dieron el paso porque “queríamos que nuestra hija, que entonces tenía 6 años, se criase con otros niños, y yo había visto la información de Cruz Roja en un ambulatorio. Al principio no se lo tomó muy bien porque ella estaba con nosotros todo el día, pero poco a poco lo fue aceptando y estaba deseando que llegase el fin de semana”, explica Marina.

Ahora vuelven a ser familia de acogida con una niña de 6 años de la que se hicieron cargo en 2009. “Esta vez nos llamaron ellos”, dicen.

Si se les pregunta por el esfuerzo que supone, no comparten ese concepto, prefieren hablar de solidaridad. “Nosotros no lo valorábamos como un esfuerzo, porque todo en la vida conlleva unas preocupaciones, también las tienes con tu familia biológica en el día a día. Ese esfuerzo compensa, porque te aporta muchas cosas positivas”.

Por otro lado, recuerdan que son acogidas temporales.

“Es importante saber que no es una adopción, es algo temporal. Es un proceso que puede ser pequeño porque la situación familiar de ese menor se soluciona y es como un final feliz, o puede ser largo porque en su familia hay mucha problemática y se tarda más”. Muchos de estos niños están en el “Príncipe Felipe” y proceden de familias desestructuradas o con problemas que les impiden hacerse cargo temporalmente de sus hijos. “Es curioso, cuando llegan a casa no saben qué es hacer una compra, la vida cotidiana no les suena”, relatan.

Para ser familia acogedora la Cruz Roja realiza una valoración de los candidatos y les ofrece formación. La organización, que está en contacto con Menores, cuenta con un técnico encargado del niño, psicólogos y un equipo de profesionales para resolver cualquier situación. Además, se realiza un seguimiento trimestral de la situación y en cualquier momento que los padres quieran llamar. Además, celebran reuniones periódicas de familias de acogida, en las que ponen en común sus experiencias y solucionan problemas. “Son gente comprometida, siempre están”, aseguran

Fuente: www.atlantico.net

Si este artículo te parece interesante, compártelo.
Facebook Twitter Plusone Linkedin Pinterest

Deja una respuesta