Artículo del diario Noticias de Navarra a los miembros de la Asociación de Familias Adoptivas de Navarra AFADENA.
«La crianza es diferente, el amor es igual». El secretario de Afadena (Asociación de Familias Adoptivas de Navarra) Adolfo García Garaikoetxea admite que una de las preguntas a las que se enfrentan las familias en el test psicotécnico que se exige para obtener el mítico Certificado de Idoneidad que concede la Administración es «si tratarías igual a un hijo adoptado que a un hijo biológico.»
Todos respondemos al principio que sí, porque el amor es incondicional pero lo cierto es que no puedes tratarlo por igual, no debes». «Las necesidades jamás serán iguales, ningún otro niño o niña piensa todas las noches en su madre biológica», añade. La principal diferencia es que la experiencia de abandono «marca muchísimo y le va a crear unas necesidades especiales para el resto de su vida».
Afadena agrupa a un centenar de familias de las casi 900 que han adoptado alrededor de 1.300 niños y niñas en la Comunidad Foral desde que se aplicó la ley estatal de 1995. El año pasado se adoptaron un total de 66 menores siguiendo una tendencia claramente descendiente en los últimos cinco años. Rusia y China son los países más solicitados, y los plazos de espera se sitúan entre los dos y tres años. Aunque se observa una disminución en el número total de adopciones, todavía no se puede evaluar sus causas porque «se están resolviendo ahora los expedientes que se iniciaron hace cuatro o cinco años». Lo cierto es que el número total de adopciones en el Estado español ha ido cayendo en los últimos años al pasar de las 4.472 de 2006 a las 2.800 en 2011. También en Navarra se ha reducido de 98 en 2007 a 66 en 2011.
La historia de una adopción empieza, no termina, cuando el niño llega al aeropuerto de Noáin. A partir de ese momento comienza el camino más difícil, la revelación de su condición adoptiva, la lucha en la escuela, los miedos e inseguridades en sus relaciones, etcétera. «Incluso en el colegio viven un racismo diferente al que experimentan otros niños extranjeros porque estos menores no pueden socializar ese acoso con los suyos, los que les atacan son de la misma raza que las personas que luego encuentran en casa», observa Adolfo, que a su vez es el coordinador general de CORA (Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento). La escuela tampoco ayuda en la adaptación a «su ritmo de aprendizaje». «Son niños cuyas energías se detraen a recuperar otras carencias, y con siete años, llegados de un orfanato, tienen un desarrollo psicomotriz similar a un niño de cuatro o cinco años, pero no pueden ir a cursos inferiores… Sufren déficit de atención, impulsividad…», explican.
Siempre van a vivir con el «fantasma del abandono detrás», aunque muchas veces los problemas afloran en la adolescencia con «conductas de riesgo». Tienen miedo a establecer muchos vínculos: a tener pareja, a un contrato de trabajo, a las amistades. «Hay veces que dejan relaciones por miedo a que les dejen después…», resaltan. Ni siquiera el hecho de que lleguen muy pequeños (incluso con 24 horas de vida) evita una mayor atención, en el tramo de 0 a 3 años también hay que trabajar el tema del apego y la estimulación teniendo en cuenta que muchas de estas criaturas han llegado de orfanatos donde han vivido carencias y sus «conexiones neuronales» no son iguales.
Blanca Burusco tiene dos hijos de once y ocho años, y lleva siete años para adoptar en China. «Las relaciones con los hermanos están muy normalizadas, hay hijos que adoptan con ellos el rol de cuidador, el de la indiferencia o el evitarle, pero con el tiempo se normaliza», abunda la presidenta de Afadena, Eva Yañez, que tiene dos niños de origen ruso.
Hay otra idea fundamental para Afadena y es que la adopción no es un acto solidario. Las familias no son ONG en un mercado desigual. «Hay una tendencia a pensar que niños abandonados puede haber millones, pero no los que son adoptables. La adopción es una medida de protección a la infancia. Los padres no tienen derecho a adoptar, es al revés, los niños abandonados tienen derecho a tener unos padres», apostillan.
Certificado de Idoneidad Motivación para la adopción, valores, creencias y principios educativos, cómo cree la pareja que va a cambiar la entrada de un niño en el sistema familiar, disponibilidad, estado de salud, enfermedades o discapacidades de los solicitantes y sus familiares… Forman parte del centenar de preguntas que recogen el informe psicosocial en el que se basa la aptitud para adoptar. En el conjunto del Estado hay 20.000 concesiones de idoneidad de familias que no tienen un menor asignado, y por otro lado se adoptan una media de 3.000 menores al año. «Ha habido una demanda que ha superado la oferta», reconoce Adolfo. La asociación pidió en su momento que se agilizara la concesión de los certificados porque «si bien es una gran responsabilidad y debe llevar su tiempo, no debe demorarse más de lo necesario». Blanca esperó 14 meses y Iosu Laguardia tiene desde hace un año una niña china tras seis años expectantes.
Edad y Espera Tiempos de espera hasta que se asigna el menor que se han alargado en todos los países, aunque lo cierto es que, cuanto mayor es la criatura, menos tiempo es la espera. China, por ejemplo, ha pasado de ser uno de los países más demandados por su agilidad (en 2006 eran seis meses) a retrasar la asignación hasta seis años por diferentes factores, como son el despegue económico, su adaptación a la legislación internacional y el aumento de las adopciones nacionales. Ahora se ha promocionado el «pasaje verde», una vía que posibilita adoptar a niños con necesidades especiales (patologías tratables) y exige plazos más cortos.
A juicio de la sección de adopciones de Política Social del Ejecutivo foral, el descenso en el número de adopciones tiene más que ver con el hecho de que la adopción internacional sea «una medida de protección de los menores cuando ya se han agotado otras medidas como la adopción nacional». Los tiempos de espera dependen del «ofrecimiento» que haga la familia. Niño o niña muy pequeño y sano es igual a tiempo de espera más largo. «Los trámites que nos competen los agilizamos todo lo posible, pero luego está la parte que corresponde a los países de origen», recalcan. Y remarcan que un ofrecimiento para necesidades especiales «no debe ser nunca realizado por querer acortar plazos». «Hay que ser más conscientes de las implicaciones en cuanto a necesidades de los menores, exigencia en capacidades parentales, disponibilidad, etcétera».
En la foto: Blanca Burusko, Eva Yáñez, Iosu Laguardia, Adolfo García, Susana Arandigoyen y Elena Sancho, de Afadena.